sábado, 18 de agosto de 2012

Sólo para fumadores







“Ocurrió que un día no pude ya comprar ni cigarrillos franceses —y en consecuencia leer mis cartas—, y tuve que cometer un acto vil: vender mis libros. Eran apenas doscientos o algo así, pero eran los que más quería, aquellos que arrastraba durante años por países, trenes y pensiones y que habían sobrevivido a todos los avatares de mi vida vagabunda. Yo había ido dejando por todo sitio abrigos, paraguas, zapatos y relojes, pero de estos libros nunca había querido desprenderme. Sus páginas anotadas, subrayadas o manchadas conservaban las huellas de mi aprendizaje literario y, en cierta forma, de mi itinerario espiritual. Todo consistió en comenzar. Un día me dije: "Este Valéry vale quizás un cartón de rubios americanos", en lo que me equivoqué, pues el bouquiniste que lo aceptó me pagó apenas con qué comprar un par de cajetillas. Luego me deshice de mis Balzac, que se convertían automáticamente en sendos paquetes de Lucky. Mis poetas surrealistas me decepcionaron, pues no daban más que para un Players británico. Un Ciro Alegría dedicado, en el que puse muchas esperanzas, fue solo recibido porque le añadí de paso el teatro de Chejov. A Flaubert lo fui soltando a poquitos, lo que me permitió fumar durante una semana los primitivos Gauloises. Pero mi peor humillación fue cuando me animé a vender lo último que me quedaba: diez ejemplares de mi libro Los gallinazos sin plumas, que un buen amigo había tenido el coraje de editar en Lima. Cuando el librero vio la tosca edición en español, y de autor desconocido, estuvo a punto de tirármela por la cabeza. "Aquí no recibimos esto. Vaya a Gilbert, donde compran libros al peso". Fue lo que hice. Volví al hotel con un paquete de Gitanes. Sentado en mi cama encendí un pitillo y quedé mirando mi estante vacío. Mis libros se habían hecho literalmente humo”.








Sólo para fumadores - Julio Ramón Ribeyro (fragmento)
(Ribeyro, Cuentos Completos, Alfaguara, 1996: 577,578)
Fuente:
Blog Cuadernos de la ira

"Cuadernos de la ira"  en Facebook,un blog del escritor Jorge Muzam (Chile)

cuadernosdelaira.blogspot.com

Jorge Muzam en Facebook

Agradezco a Jorge el compartir este bello relato del escritor peruano en su blog del cual lo he tomado para esta publicación; en una  ocasión a propósito de una cita de la lista de los escritores que uno debería leer y, en la cual dentro de la Literatura de nuestro continente en una clasificación por regiones no figuraba el nombre de este escritor, Jorge  me refirió en un comentario su admiración y valoración por Ribeyro al que estimaba como uno de los más destacados autores de la literatura latinoamericana.Le transmití que  sólo había leido algún fragmento, que así como me pasa con varios narradores excelentes que cuenta nuestra geografía literaria, habían llegado a mí sólo algunos relatos sueltos ,jamás me he jactado con esa petulancia típica de algunos académicos de expresar que conozco toda la obra de un artista si así no lo es; por razones inexplicables se me ha pasado por alto la obra de Julio Ribeyro (y tampoco creo que a esta altura deba rendir cuentas porque no he leído a tal o cual autor) y, que lo de voraz lectora es un nombre más nacido de la imaginación acorde sí con una  compulsiva actitud permanente de lectura pero que dista mucho de significar que he vivido en una biblioteca toda mi vida aunque no hubiera estado mal si el bibliotecario me permitiera de vez en cuando vivir algunas estadías en esos recintos. 

Me ha causado un gozo infinito la lectura de este fragmento puesto que uno se siente identificado como todo lector con esta situación narrada por Rybeiro ,personalmente he pasado por épocas de estar sin un peso y también se me ha cruzado la idea de vender algunos ejemplares (en mi caso pensaba en las ediciones de autores que me han regalado con las mejores intenciones, pero de los cuales  sólo he leído la primera página.
En cuanto al título :"Sólo para fumadores",también me ha calado hondo puesto que soy una fumadora y lo he saboreado con  grato gusto.
Les dejo algunas referencias sobre el texto , la obra y el autor sobre quien más adelante ahondaré y ampliaré en una reseña más extensa.



Julio Ramón Ribeyro
Los gallinazos sin plumas


"A las seis de la mañana la ciudad se levanta de puntillas y comienza a dar sus primeros pasos. Una fina niebla disuelve el perfil de los objetos y crea como una atmósfera encantada. Las personas que recorren la ciudad a esta hora parece que están hechas de otra sustancia, que pertenecen a un orden de vida fantasmal. Las beatas se arrastran penosamente hasta desaparecer en los pórticos de las iglesias. Los noctámbulos, macerados por la noche, regresan a sus casas envueltos en sus bufandas y en su melancolía. Los basureros inician por la avenida Pardo su paseo siniestro, armados de escobas y de carretas. A esta hora se ve también obreros caminando hacia el tranvía, policías bostezando contra los árboles, canillitas morados de frío, sirvientas sacando los cubos de basura. A esta hora, por último, como a una especie de misteriosa consigna, aparecen los gallinazos sin plumas."


Biografía
-Tengo varias biografías de autores favoritos o que de quienes me ha movido la curiosidad por saber sobre sus vidas, es más también he borroneado algunas notas para biografiar a otros ,es una tarea muy placentera ,sin embargo ahora no tengo tiempo de ello así que cito textualmente una copia del blog Biografías y Vidas acerca de este  autor.

Julio Ramón Ribeyro




(Lima, 1929 - 1994) Escritor peruano, figura destacada de la llamada Generación del 50 y uno de los mejores cuentistas de la literatura hispanoamericana del siglo XX.
Realizó sus estudios escolares en el Colegio Champagnat de Lima, para posteriormente ingresar a la Universidad Católica del Perú (1946), donde siguió estudios de Letras y Derecho. Abandonó los estudios jurídicos en 1952, cuando se encontraba en el último año de la carrera, al recibir una beca para estudiar periodismo en Madrid, adonde se trasladó en noviembre del mismo año.


En julio de 1953, y después de ganar un concurso de cuentos convocado por el Instituto de Cultura Hispánica, viajó a París para preparar una tesis sobre literatura francesa en la Universidad La Sorbona, pero de nuevo decidió abandonar los estudios y permanecer en Europa realizando trabajos eventuales, y alternando su estancia en Francia con breves temporadas en Alemania (1955-56, 1957-58) y Bélgica (1957).

Julio Ramón Ribeyro


En 1958 regresó al Perú, y en septiembre del año siguiente viajó a la ciudad de Ayacucho, para ocupar el cargo de profesor y director de extensión cultural de la Universidad Nacional de Huamanga. En octubre de 1960 regresó a Francia. En París trabajó como traductor y redactor de la agencia France Presse (1962-72). En 1972 fue nombrado agregado cultural peruano en París y delegado adjunto ante la UNESCO, y posteriormente ministro consejero, hasta llegar al cargo de embajador peruano ante la UNESCO (1986-90).



Hacia 1993 se estableció definitivamente en Lima. En su país fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura (1983) y el Premio Nacional de Cultura (1993), habiendo sido galardonado también en 1994 con el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, uno de los galardones literarios de mayor prestigio en el ámbito cultural hispanoamericano.



La obra de Julio Ramón Ribeyro



Ribeyro es un narrador perteneciente a la Generación del 50, un grupo de escritores que buscó una renovación en la narrativa peruana, y que tuvo como tema preferente la descripción de los cambios producidos en la sociedad limeña, que comenzaba a sufrir por esos años un acelerado proceso de modernización.



Considerado uno de los mejores cuentistas hispanoamericanos, entre los volúmenes de cuentos que publicó destacan Los gallinazos sin pluma (1955), Cuentos de circunstancias (1958), Las botellas y los hombres (1964), Tres historias sublevantes (1964), La juventud en la otra ribera (1973) y Sólo para fumadores (1987), que fueron reunidos en las recopilaciones La palabra del mudo (4 vols., 1973-92) y Cuentos completos (1994).

El espacio acotado por el autor es el de una burguesía limeña empobrecida, aunque incursiona a veces en ambientes marginales, manteniendo el esquema básico de la expectativa frustrada de los personajes, burócratas, seres grises y olvidados, sin voz, víctimas de la trama cruel de la expansión urbana y de una incipiente modernización. El trasfondo de estos relatos, a juzgar por la intención del narrador, es mostrar el fin del orden aristocrático en manos de una burguesía pragmática y vulgar.




En sus cuentos se percibe una constante argumental cíclica: el examen del entorno social y humano, que ratifica la certidumbre del fracaso de cualquier empeño; sus personajes, al final de cada historia, se encuentran siempre enfrentados a la frustración. Construyó así un mundo de poderosa coherencia interna, un universo dominado por un profundo escepticismo y un fatalismo derivados de la observación de la realidad. Este supuesto sustenta la sólida lógica interna de su cuentística, aun cuando es posible encontrar en ella matices de intensidad y tono. Cabe agregar que cultivó también relatos de corte fantástico, de excelente factura, pero que componen un conjunto menor.

Las fuentes literarias de Ribeyro se encuentran en los cauces del realismo del siglo XIX, y especialmente en la escritura de G. de Maupassant. A eso se debe, probablemente, que nunca se haya esforzado en ocultar una abierta preferencia por la concepción tradicional de la estructura y el lenguaje narrativos. Dueño de un estilo austero, calificado como tradicional por su afinidad con los modelos clásicos, evitó las técnicas experimentales de la novela moderna. Sin embargo, pese a este aparente conservadurismo formal, sus cuentos fueron una contribución decisiva para consolidar el paso de la narrativa indigenista a la narrativa urbana en el Perú.


Aunque es más conocido por sus cuentos, publicó también tres novelas. La primera de ellas, Crónica de San Gabriel (1960), es la más lograda y se encuentra ambientada en una hacienda serrana, cuyos personajes reproducen el sistema de explotación, injusticia y violencia de la sociedad peruana de mediados del siglo XX. Su siguiente novela, Los geniecillos dominicales (1965), desarrolla el tema del desencanto juvenil a través de las vivencias de Ludo Totem, personaje en el cual descubrimos rasgos autobiográficos del autor. Cambio de guardia (1976) se aparta de las técnicas narrativas tradicionales usadas por el autor en sus obras anteriores para relatar la historia de un golpe de Estado militar que cuenta con el apoyo de la oligarquía peruana. En todas estas novelas el autor retoma los temas de sus cuentos, mostrándonos su visión escéptica de la vida y reafirmando su preferencia por los personajes marginales.



Ribeyro es también autor de Prosas apátridas (1975), conjunto de breves apuntes, digresiones y reflexiones sobre la actividad literaria, y de la serie de aforismos Dichos de Luder (1989). El ensayo y la crítica literaria están representados dentro de su obra por los artículos reunidos en La caza sutil (1976). Es autor además de ocho piezas de teatro (algunas muy breves), entre las que destacan Santiago, el pajarero, inspirada en una tradición del escritor Ricardo Palma e incluida en una recopilación de su Teatro (1975), y Atusparia (1981), que desarrolla en forma libre el tema del levantamiento armado encabezado por un alcalde indígena en la sierra peruana en 1885.

Según el mismo autor, sus obras de teatro son retóricas y discursivas, construidas más sobre la palabra que sobre la acción, lo que ha restado posibilidades a su puesta en escena. Durante sus últimos años de vida comenzó la publicación de su diario personal con el expresivo título de La tentación del fracaso, del que se han publicado los tomos correspondientes a los años 1950-1960 (1992), 1960-1974 (1993) y 1975-1978 (1995). Póstumamente se dio a conocer la correspondencia que mantuvo con su hermano, de la que se ha publicado un volumen bajo el título Cartas a Juan Antonio. Tomo I: 1953-1958 (1996).

Fuente:Biografías y Vidas





Decálogo para cuentistas por 
Julio Ramón Ribeyro
1. El cuento debe contar una historia. No hay cuento sin historia. El cuento se ha hecho para que el lector pueda a su vez contarlo.

2.La historia del cuento puede ser real o inventada. Si es real debe parecer inventada, y si es inventada, real.
3.El cuento debe ser de preferencia breve, de modo que pueda leerse de un tirón.
4.La historia contada por el cuento debe entretener, conmover, intrigar o sorprender, si todo ello junto, mejor. Si no logra ninguno de estos efectos, no sirve como cuento.
5.El estilo del cuento debe ser directo, sencillo, sin aspavientos ni digresiones. Dejemos eso para la poesía o la novela.
6.El cuento debe solo mostrar, no enseñar. De otro modo sería una moraleja.
7.El cuento admite todas las técnicas: diálogo, monólogo, narración pura y simple, epístola, collage de textos ajenos, etc., siempre y cuando la historia no se diluya y pueda el lector reducirla a su expresión oral.
8.El cuento debe partir de situaciones en las que el o los personajes viven un conflicto que los obliga a tomar una decisión que pone en juego su destino.
9.En el cuento no deben haber tiempos muertos ni sobrar nada. Cada palabra es absolutamente imprescindible.
10.El cuento debe conducir necesaria, inexorablemente a un solo desenlace, por sorpresivo que sea. Si el lector no acepta el desenlace es que el cuento ha fallado.

Fuente: Ciudad Seva

Julio Ribeyro


jueves 6 de septiembre

Este formato de blogger tiene el beneficio de poder agregar, así que a raíz de escuchar hoy el excelente programa de Leer es un placer cuyo enlace figura al costado derecho de este blog junto a los horarios que se emite ,les dejo el audio del programa subido el  03/02/2012 y que lleva por título :

Dos autores hablan del vicio de fumar I
La info del sitio en ivoox dice: "El tabaco como adicción ha sido tema de inspiración para algunos autores notables de la literatura. Hoy vamos a leer un fragmento de "Solo para Fumadores", cuento de Julio Ramón Ribeyro (Lima 1929-1994) contenido en la edición de Cuentos Completos del autor (Alfaguara 1999). En este cuento, Ribeyro relata, en primera persona, su trágica experiencia con el tabaco; mientras que Juan José Millás (Valencia 1946) ficcionaliza el tema con su habitual maestría, en tres relatos cortos contenidos en Puro Humo (Alfaguara 2000), la antología de Cabrera Infante.
Los invito a escucharlos pues en muy grato escuchar estas referencias, las lecturas que se hacen de los relatos ,...la verdad un placer que invito a disfrutar.


Dos autores hablan del vicio de fumar
                                             


Al llegar al minuto 23 ,se inician la lectura de Ribeyro.











Agradecimiento a Jorge Muzam que me recordó a este escritor a Julio Ribeyro ,...



5 comentarios:

  1. Gracias por descubrirme a Ribeyro... profundizaré más en él... UN placer ser culturizado por ti!

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    1. Gracias Erotismo,...la culturización viene de todos los que estamos como dice Jorge Muzam construyendo y reconstruyendo entre todos esta memoria colectiva...Un abrazo...Pat.-

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  2. A Ribeyro llegué casualmente, sin recomendación. Suele pasar con algunos buenos autores, que se defienden por la exclusiva calidad de su escritura. Me bastó leer un par de líneas de su cuento Monsieur Baruch, para saber que estaba frente a frente con un pez de los grandes. Luego fui por más, y me encontré con El Rosedal, otro cuento magistral. Sólo después de eso empecé a investigar sobre el autor. Para los que les interesa el behind the scenes, hay varios aspectos sabrosos en su biografía, como por ejemplo, su distanciamiento de Mario Vargas Llosa por razones políticas, o que haya sido confundido en más de una ocasión en Europa con el autor de La ciudad y los perros, o la miseria extrema en que se vió envuelto en Alemania.

    En sus Prosas Apátridas, puede apreciarse al lúcido maniático que era Ribeyro.

    Saludos, abrazos y gracias por mencionarme. Entre todos vamos construyendo la gran memoria histórica.

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  3. Muchas gracias Jorge Muzam,seguiré tus buenas recomendaciones,muy apetecible por cierto esto que mencionás de su biografía y las confusiones, seguiré investigando, disculpas por no haberte contestado antes...pero ya sabes andamos enmarañado,por fortuna en lecturas y devaneos de esa construcción ...Un abrazo!

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  4. Esa referencia a Prosas Apátridas ,Jorge ya la estoy buscando...

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