Veo en mi diario recorrido cientos de imágenes de librerías ,escritores y autores legendarios fumando habanos,cigarros o pipas,escritoras tomando café, las clásicas fotografías de Bukowski bebiendo litros de cerveza y wisky, a Cortázar tomando mate y, decidí hoy que bucearía un poco en los cafés literarios, algunas referencias literarias de bares y cafés en la literatura más alguna curiosidad que encontrara.
He aquí el resultado de ese breve paseo que me recordó algunas conocidas y otras no tanto historias de bares y cafés. El tema es muy cautivante para los amantes de los libros y las letras así que pronto lo retomaré, mientras les dejo estas misceláneas.
― Así que me andan buscando.
― ¿ Y qué querías ? En el Avón, el Garibaldi y tutta la murra.
Larsen se quitó el sobretodo y se sentó, colocando los pies sobre la mesa. Volvió a abrir el diario. “ El bloqueo de Tientsin ”. “ La alianza tripartita ”. “ Molotov sucederá a Litvinoff ”.
Juan Carlos Onetti , En Tierra de nadie ,pág.87
Bar Brasilero en Montevideo Uruguay
(..)
El espacio cerrado se configura así como un marco central en la biografía de Juan Carlos Onetti y simultáneamente constituye el lugar axial de su literatura: habitaciones, cafés, bares, prostíbulos y oficinas se intercambian en su vida y en sus novelas y cuentos como si de un mismo relato se tratara. Y en este paisaje de lugares entre cuatro paredes emergen figuras que rompen su enclaustramiento a través de la imaginación, acto fundador de algunas de sus obras más importantes. El niño Onetti que soñaba a partir de los libros que leía escondido en el armario o en la sala umbría de la biblioteca del Pedagógico se prolonga en Eladio Linacero, que en El pozo, relato que surge, no hay que olvidarlo, en una tarde en que Onetti se encuentra sin tabaco y sin poder salir a la calle a comprarlo— rompe su encierro solitario a base de sueños, recuerdos y ficciones. (..)
De Biografía
Juan Carlos Onetti encerrado con un solo juguete: un libro
Por Eduardo Becerra Grande
Fuente: ver aquí
"En Tierra de nadie el tema de la nacionalidad circula por el texto : es un tópico de la época y del espacio de la escritura. La idiosincrasia del argentino, la nostalgia del inmigrante europeo, las comparaciones entre unos y otros constituyen temas de conversación cada vez que se representa una reunión del grupo central : intelectuales, artistas y gente de clase media. Un tema de conversación masculina, en escenas donde las mujeres callan y perciben afectivamente hombres y situaciones. En el fragmento XXVII, ambientado en un café, se discute sobre la argentinidad ; allí los personajes reiteran una serie de lugares comunes sobre la idiosincrasia del argentino. Se repite con especial monotonía y escepticismo el esquema de comparación entre lo argentino y lo europeo : (...)"
Onetti : Voces y figuras de la inmigración
Rocío Antúnez Olivera
Fuente:aquí
Simone de Beauvoir ,Jean Paul Sartre y el Café de Flore
Café de Flore Paris
"Simone de Beauvoir, la mujer de letras más renombrada de Francia, publica 600 páginas sobre la vejez. Este libro no es un ensayo sino una summa theológica, el compendio de todo lo que puede decirse acerca de la vejez. La escritora, que tiene un poco más de sesenta años, empezó a preocuparse por su vejez antes de cumplir los cincuenta. Ya en su libro La fuerza de las cosas, el tercero de su trilogía Memorias, Simone de Beauvoir escribía: envejecer es definirse y reducirse. Me debatí contra las etiquetas pero no pude impedir que los años me aprisionaran. Habla de sí misma con odio. Un día despertó diciendo: ¡Tengo cuarenta años!, y a partir de ese día no salió de su estupor. ¡En el fondo del espejo me acecha la vejez y es fatal! Y la atrapó. Simone de Beauvoir comprendió a la Castiglione, que rompió todos los espejos y empezó a detestar su imagen, las bolsas debajo de los ojos y este aire de tristeza que las arrugas le dan a la boca haciéndola caer. Esto me hace pensar que en realidad Simone de Beauvoir nunca supo lo que era el buen holgar. Incluso sus vacaciones, con esas exhaustivas y por momentos penosas caminatas por el campo, parecen pruebas para vencerse a sí misma. La vi por primera vez en el Rosebud. Antes frecuentaba el Flore, luego Les Deux Magots. Simone de Beauvoir no se deja ir. Alerta, nada se le escapa. Habla mucho. Y cuando no habla su rostro se tensa, inquieto, cansado, marchito; es también el de un pájaro de presa, ávido, lúcido hasta el dolor mismo.(...)
Simone de Beauvoir por Brassaï. Paris, Café de Flore, 1945.
En Simone de Beauvoir y el terror a la vejez
Elena Poniatowska
Jean-Paul Sartre
"Jean-Paul Sartre écrit : " Nous nous y installâmes complètement : de neuf heures du matin à midi, nous y travaillions, nous allions déjeuner, à deux heures nous y revenions et nous causions alors avec des amis que nous rencontrions jusqu’à huit heures. Après dîner, nous recevions les gens à qui nous avions donné rendez-vous. Cela peut vous sembler bizarre, mais nous étions au Flore chez nous ".
Autre détail d’importance, sous l’occupation, on ne rencontrait pas d’allemands au Flore. Sartre invente la philosophie » existentialiste « . Il affirme : » les chemins du Flore ont été quatre ans pour moi Les Chemins de la liberté… "
Jean-Paul Sartre escribió: "Estamos completamente instalados allí: desde las nueve de la mañana hasta el mediodía, trabajábamos, nos íbamos a almorzar, a las dos horas regresábamos y luego charlábamos con los amigos con quienes nos reencontrábamos, durante ocho horas . Después de la cena, recibíamos a la gente con la que teníamos una cita. Puede parecer extraño, pero en el Flore estábamos como en casa ".
Dedicatoria de Jean Paul Sartre Mme.Boubal
Café de Flore en París 1900
Picasso con amigos en el Flore Foto: Brassaï
Paul Verlaine
Paul Verlaine en un Café de París mayo de 1892. Fotografía de Paul Marsan Dornac.
(...)
Cerca de diez volúmenes incomparables, únicos, escribió el viejo poeta maldito en los cafés, en las tabernas, acaso en sus largas temporadas de hospital, al que el pobre Lelian llamaba su palacio de invierno. La capa de mendigo de Verlaine es hoy la bandera de la Francia espiritual. Está ungida por la gloria. Es una cumbre dorada por la inmortalidad.
Estas glorias póstumas suelen ser un sarcasmo. Sirven para enriquecer al editor; más amargo viceversa, cuanto que el poeta ha pasado una vida desastrosa. Es la eterna tragicomedia desgarrante.
"Verlaine tenía una sed fatal que no se saciaba nunca... ¿Fué por eso un originalísimo y alto poeta? Pedro Luis de Gálvez cree que sí, y quizá tenga razón este admirable ingenio, este excelso poeta, odiado, desdeñado, absurdo, fantástico, que rueda por las calles, borracho y triste, al asalto de unas pocas monedas de cobre roído, en este miserable país de la calderilla. Pedro Luis lleva una fatalidad misteriosa sobre su cabeza.(...)
Tú también oías voces milagrosas en tu corazón cuando cincelabas tus versos con la pluma menguada y con el tinterillo ruin del café bohemio. ¡Oh, pobre, maldito y solitario! A tu lado pasaba el triunfo de la ciudad sirena, de Lutecia, la loca, sin una sonrisa de cariño para el divino poeta, que, con un humorismo que hiela los huesos, llamaba al hospital su palacio de invierno, del tremendo invierno parisiense.(..)
¡Copa de verde y ponzoñoso licor, donde la sirena del genio supo cantar para Verlaine! ¡Acaso en el fondo del vaso esté el dulce talismán que encanta la vida! Embriagaos de amor, de virtud o de vino. Cuidad de estar siempre ebrios, dijo el trágico Baudelaire al sentir el enorme vacío de su existencia, que fué gloriosa... más tarde, cuando una vida negra y una muerte de perro le arrojaron a la eternidad como un guiñapo muy glorioso, pero muy maltrecho y muy dolorido.(...)"
Emilio Carrere Moreno en La copa de Verlaine
La copa de Verlaine es una novela que se compone de 25 relatos, 25 pequeñas historias que relatan y ensalzan al mismo tiempo, la vida perturbada de los personajes a quien Emilio Carrere admiraba.Es una obra dedicada a la bohemia y a los maditos poetas .La primera de las historias toma el nombre de la obra, La copa de Verlaine, ahí el autor cuenta la historia de Pablo Verlaine.
La obra completa puede leerse en :Proyecto Gutenberg
Julio Cortazár
Calle Des Lombards París-Rue des Lombards París
Café Le Lombard París
(...)
¿Qué venía yo a hacer al Pont des Arts? Me parece que ese jueves de diciembre tenía pensado cruzar a la villa derecha y beber vino en el cafecito de la rue des Lombards donde madame Leonie me mira la palma de la mano y me anuncia viajes y sorpresas. Nunca te llevé a que madame Leonie te mirara la palma de la mano, a lo mejor tuve miedo de que leyera en tu mano alguna verdad sobre mí, porque fuiste siempre un espejo terrible, una espantosa máquina de repeticiones, y lo que llamamos amarnos fue quizá que yo estaba de pie delante de vos, con una flor amarilla en la mano, y vos sostenías dos velas verdes y el tiempo soplaba contra nuestras caras una lenta lluvia de renuncias y despedidas y tickets de metro. De manera que nunca te llevé a que madame Leonie, Maga; y sí, porque me lo dijiste, que a vos no te gustaba que yo te viese entrar en la pequeña librería de la rue de Verneuil, donde un anciano agobiado haca miles de fichas y sabe todo lo que puede saberse sobre historiografía. Ibas allá a jugar con un gato, y el viejo te dejaba entrar y no te hacía preguntas, contento de que a veces le alcanzaras algún libro de los estantes más altos. Y te calentabas en su estufa de gran caño negro y no te gustaba que yo supiera que ibas a ponerte al lado de esa estufa. Pero todo esto había que decirlo en su momento, solo que era difícil precisar el momento de una cosa, y aun ahora, acodado en el puente, viendo pasar una pinaza color borra vino, hermosísima como una gran cucaracha reluciente de limpieza, con una mujer de delantal blanco que colgaba ropa en un alambre de la proa, mirando sus ventanillas pintadas de verde con cortinas Hansel y Gretel, aun ahora, Maga, me preguntaba si este rodeo tenía sentido, ya que para llegar a la rue des Lombards me hubiera convenido más cruzar el Pont Saint-Michel y el Pont au Change. Pero si hubieras estado ahí esa noche, como tantas otras veces, yo habría sabido que el rodeo tenía un sentido, y ahora en cambio envilecía mi fracaso llamándolo rodeo. Era cuestión, después de subirme el cuello de la canadiense, de seguir por los muelles hasta entrar en esa zona de grandes tiendas que se acaba en el Chatelet, pasar bajo la sombra violeta de la Tour Saint-Jacques y subir por mi calle pensando en que no te había encontrado y en madame Leonie.(...)
Rayuela Cap.1 Julio Cortázar
El Café Tortoni Buenos Aires Argentina
El Tortoni es el paradigma del café porteño, pero poco se sabe de sus orígenes. Apenas un inmigrante francés de apellido Touan decidió inaugurarlo a fines de 1858, el nombre lo tomó prestado del de un establecimiento del Boulevard des Italiens, en el que se reunía la elite de la cultura parisina del siglo XIX.
"En el café" por Edouard Manet
A fines del siglo, el bar fue adquirido por otro francés: don Celestino Curutchet, a quien el poeta Allende Iragorri describiera como ...el típico viejito sabio francés.... Menudo de cuerpo y fuerte de espíritu, estilaba la clásica perilla alargada, ojos vivísimos y usaba un casquete árabe de seda negra, casi un personaje de historieta que agregaba otro acento peculiar a la fisonomía el lugar.
En este café parece que el tiempo se hubiera detenido como en un daguerrotipo, cuando en él la gente juega al billar, a las cartas, o simplemente toman un café entre amigos, el local es cada vez más una parte indispensable de la historia porteña.
"Quienes tuvimos la suerte y la curiosidad espiritual de compartir momentos mañaneros y de fin de tarde, recordamos el dialogo entre Borges y Centeya sobre el habla popular, mientras Julio Decaro, Carlos Mastronardi, con su Luz de Provincia, escuchaban los recuerdos de José Luís Lanuza. Carlos Cañas dibujaba el placer de una mesa compartida."
Cita en la web del Café Tortoni
Mastronardi, Lanuza,Borges,y Mosquera Montaña en el Café Tortoni Buenos Aires Argentina
En una entrevista a la escritora entrerriana Elsa Serur de Gualeguay,a propósito de su obra "Diálogos con Carlos Mastronardi",editado por la Universidad Nacional del Litoral le preguntan:
"- ¿Cómo nace la idea del libro?
- La idea del libro nace porque si él nos confió sus cartas era para publicarlas y que no se perdieran sus recuerdos. Además, su única familia que era su sobrino Jorge Lecuna, me pidió que las publicara.
Elsa Serur y su esposo Eise Osman conocieron íntimamente a Carlos Mastronardi.
"Lo conocimos en el café Tortoni, en Buenos Aires, por intermedio de un amigo. Desde mi época de estudiante admiraba a Mastronardi y Borges; y cuando tuve la suerte de conocerlo, de ser invitados por él para compartir un café en el Tortoni para mí fue muy gratificante, cuenta Elsa. Además, gracias a él conocimos a Borges. Ya no recuerdo la fecha pero nosotros éramos muy jóvenes y él ya era una persona mayor. A pesar de la diferencia de edad, nos hicimos muy amigos y nuestra amistad se fue profundizando cuando vivíamos en Holt y recibimos una extensa carta donde elogiaba los poemas de Eise, que luego prologó. Y vino a nuestra casa para leer la última prueba de galera; el libro se llama Poemas".
Por Claudio Carraud en El Diario de Gualeguay
Café Tortoni
Alfonsina Storni
Unos de los muros del Café están dedicados a la notable poetisa, Alfonsina Storni, quien durante muchos años prestigió el sótano del café. Sus mesas, sus manteles, sus sillones permitieron el descanso y la meditación de escritores, artistas y bohemios, que solían contemplarla y escucharla.
En el café funcionó La Peña, inaugurada en 1926, que fomentó la protección de las artes y las letras hasta su desaparición, en 1943, y que era dirigida por Benito Quinquela Martín. Esta peña había nacido en el café La Cosechera (calle Perú y Avenida de Mayo), trasladándose luego a las mesas del Tortoni.
Raúl González Tuñon
Para la inauguración de La Peña y a pedido de la concurrencia, Raúl González Tuñon y Francisco Luís Bernardez recitaron varias poesías de la que son autores.
Citado en la web del Café Tortoni
Una curiosidad borgeana
El café Borges no está precisamente en Argentina sino en Italia en Milán , sus frase de promoción es:"El Café Borges es una ocasión especial para tomar una copa, un cóctel o un té de las cinco. Las paredes del Café Borges tienen obras de arte de artistas italianos e internacionales. Los muebles, telas y muebles antiguos dan un ambiente cálido y refinado.
Entre los artistas, los poetas, los escritores que han asistido al Café Borges en las conferencias internacionales en Villa San Carlo Borromeo figuran Jorge Luis Borges, Eugène Ionesco, Akhmadulina Bella y muchos más."
Otra Librería Café
Clásica y Moderna
Librería Café Clásica y Moderna
Clásica y Moderna
Callao 892
Historia: Los orígenes de la empresa se encuentran en los principios del siglo XX, cuando Emilio Poblet, que llega al país en 1916 funda la Librería Académica Poblet Hnos. En 1938 uno de sus hijos, Francisco y su esposa abren en Callao 892 Clasica y Moderna. La librería tenía 150 m2 especializados en libros de humanidades, con lo mejor de los textos en narrativa, poesía, diccionarios y estudios literarios.
Eran habitues del lugar Leopoldo Lugones, Alfonsina Storni, Jorge Luis Borges, Alejandra Pizarnik.
En 1980 fallece Francisco Poblet y se hacen cargo del establecimiento sus hijos Natu y Paco. Las tertulias tienen ahora otros protagonistas, mientras la dictadura se ensaña con libros catalogados como peligrosos. Se van incorporando nuevos usos, un aula para cursos de literatura y se realizan presentaciones de libros. En 1983 se incorpora un ciclo con reportajes abiertos realizados por Mona Moncalvillo denominado Voces en Clásica y Moderna.
Las actividades culturales son cada vez más importantes y convocan a mayor número de público, con lo cual se produce una remodelación de la librería hacia 1988. El sector de librería se especializa aún mas y se reduce, se puede incorporar así un bar - restorán que añade una propuesta gastronómica a la cual se une la lectura, espectáculos musicales y exposiciones plásticas.
Dos años más tarde se inaugura un Departamento de Extensión Cultural en Paraguay al 1800 a fin de poder recuperar los cursos que ya no era posible de ofrecer sobre la Avenida Callao. Han tenido honda repercusión sus ciclos Críticos y Pintores, Trasnoches de Jazz, y los variados espectáculos que se ofrecen los viernes y sábados con todo tipo de expresión musical.
Fuente:Web del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
"Se hicieron obstinadamente fuertes allí figuras de la talla de Manuel Gálvez, Alfonsina Storni, Leopoldo Lugones, Eduardo Mallea y un joven llamado Manuel Mujica Lainez."
Los Poblet fueron pioneros, en 1988, de la habilitación de un bar anexo a una librería. El único antecedente hispanohablante era la renombrada Gandhi, de México. Ricardo Plant diseñó el nuevo espacio, de 120 metros cuadrados, de los cuales 45 quedaron destinados a las estanterías, con títulos mayoritarios de novela, cuento y poesía.
Para ese año, la concurrencia ya se había renovado por completo. Ahora aparecían por Clásica y Moderna, a tomar un café, hojear novedades y mantener largas tertulias Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Ernesto Sabato, Alejandra Pizarnik y Ramiro de Casasbellas (que no tenía que caminar mucho, porque vivía arriba de la librería), a los que siguieron luego Abelardo Castillo, Liliana Hecker, Juan José Sebreli, Juan José Hernández y Alberto Girri, entre otros."
Fuente: Nota en La Nación " A 85 años del soplo creador de Clásica y Moderna",entrevista a Natu Poblet , leer completa en: aquí
Hasta otro encuentro de cafés y letras...
Enlaces
Café Tortoni: aquí
Café de Flore: aquí
Les Deux Magots: aquí
Librería Café Clásica y Moderna:aquí
Diario de Gualeguay: aquí
Una entrada exquisita, felicitaciones.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias Horacio por tu visita y los elogios , me alegro que lo hayas disfrutado...Saludos!!
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