Letras y voces cercanas




Canto a la lluvia,al día blanco



Hay días de lluvia. También hay días en que la lluvia no cae. Entonces los gorriones estiran los cuellos y las mujeres levantan los vestidos para refrescar sus rodillas. Algunas tienen cicatrices. Otras son filosas rocas. Quizás estas rocas tuvieron algo que ver con las cicatrices y sigue sin llover. Los cuellos de los gorriones son cuerdas para malabaristas tamaño gota pero no suspires,  la humedad no regresa al cuerpo. 



Hay días blancos pero también hay días negros.  Antes de mi nacimiento un día negro explotó y todo se volvió tan claro que mi abuelo no pudo ver más colores. Los que sobrevivieron pudieron escribir sus nombres en la ceniza y regresar a la oscuridad del hogar. 







MUSITAR

Debo confesar y que nadie me escuche: estoy. Nerviosa. Tiemblo como un árbol. Lo que del árbol tiembla en el agua. Tirito como el frío que no encuentra un organismo donde calentarse. O tan solo me estremezco como todo lo anterior. Porque este cuerpo descuidó sus propias fronteras queriendo más. ¿Más de qué? El cuerpo no sabe: el cuerpo no quiere admitir que no sabe por eso obliga a que la boca musite lo que cree saber la voz.




                             



La última cintura

Después de años de planos trazados a la perfección mi madre
terminó remendando ropa ajena. Un día apareció Juan y su leucemia,
trajo pantalones para achicar, había adelgazado demasiado.
Cada vez que venía yo me tapaba la boca - vas a morir Juan -,
quería arrojarme encima de su cuerpo y que la cruz de su pecho
se clavara en el mío. Cinco pantalones reducidos para las cinco versiones
de la cintura de Juan, eras blanco cal, la luz desperdiciada en la dimensión de tus ojos,
pero tus labios rojos Juan, como si toda la sangre de tu cuerpo se congregara allí,
como recién besados, mordidos o golpeados, tal vez tu pequeña hermana
te los frotó con una frambuesa para que fueran tan dulces, atractivos,
la última vez que te vi fue cuando trajiste el sexto pantalón
y yo lo destrocé sollozando hasta quedarme dormida.
A la mañana siguiente encontré a mi madre con los ojos cristalizados
detrás de la máquina de coser iluminada por los débiles rayos del sol
al lado de toda esa ropa arrugada indecente sin dueño.

(de Todo ajeno)
fauna

en mí
hay animales en bruto
que se extinguen
con cada explicación


mano

acariciá a tu hija
que pide una docena de guerras
como rosas tachadas
para recomponer su cuerpo


aleteo del decir

revolotear mi caída junto al pichón que cae.
estrellar mi rostro de pájaro contra el suelo.
no sé volar padre no sé
y respiro mal padre, tengo escamas,
intención de polilla siendo cuerpo
quemé las tripas de mi madre
para nacer con aleteo del decir sagrado,
pero denuncié lo que no fue sonoro
y caí junto al pichón
nacido en mi rostro de pájaro extranjero.
mi padre me dijo que tenía alas
y yo nadé
madre.


saco rejas de mis ojos

superar el espacio finito
juntar jaulas de amor
arrojarlas a la religión
de cosas libres

(de Esteparia)


Natalia Litvinova

Padres de Natalia



Natalia Litvinova es poeta y traductora. Nació en Gómel, Bielorrusia, el 10 de septiembre de 1986. Reside en Buenos Aires desde 1996. Su primer libro se tituló Esteparia (Ediciones del Dock, 2010) y destaca por su lenguaje preciso y sus imágenes de una potencia tan extranjera como íntima. Es traductora, y volcó desde el ruso la antología Rumbo a Karachnay, de la poeta Shajriza Bogatyreva (Editora Casa Refugio Citlaltépetl A.C. y Bonobos Editores, México, 2011). Además, tradujo al ruso la obra poética de Sergio Abaldi, El eterno grito de la existencia, (Centro cultural Borges). Publicó en diversos medios sus versiones de Mandelstam, Esénin y Ajmátova. Este año se publicarán sus libros Grieta y Todo ajeno, y la plaqueta Balbuceo de la noche.

Natalia escribiendo

Fuente de los textos:
eldesaguaderorevistablogspot.com.ar: aquí
Blogs de Natalia:
casajena.blogspot.com.ar
animalesenbruto.blogspot.com.ar


Felicidades Natalia en tu día!!

Natalia Litvinova





6 comentarios:

  1. Gracias por compartir los poemas de Natalia y por citar la fuente de la revista El Desaguadero. Un abrazo.

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  2. Gracias Hernán por visitar el blog y compartir la alegría de contar con la poesía de Natalia.Saludos,Patricia

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