miércoles, 30 de octubre de 2013

Talleres Leonor Silvestri





Propercio
Carta de Arethusa a Lycotas

Arethusa envía estas recomendaciones a su Lycotas, si puedes ser mío, puesto que tantas veces estas ausente. Sin embargo si alguna parte te falta manchada para leerla, esta será un borrón hecho de mis lagrimas: o si laguna letra te engaña con incierto trazo, serán indicios de una diestra que esta a punto de morir.

Hace poco Bactra te vio a través de reiterados Orientes, hace poco te (vio) el enemigo Serico de pertrechado caballo, y los invernales Getas y Britanos de pintado carro, y el Indo golpeado en si color por el agua Eoa.

¿Acaso entonces esta es la lealtad conyugal y las noches a mi pactadas cuando pura di mis brazos vencidos al que me apremiaba? La antorcha que auguro el futuro tras ser conducida, aquella arrancó una negra luz de extinguida pira; y fue salpicada por la laguna Estigia, una cinta incorrecta fue dada a mis cabellos: me case sin que un dios acompañara el rito.

¡Ay! Mis exvotos penden dañinos de todas las puertas: este cuarto capote es tejido para tus campañas.
Que muera quien corto una empalizada de inocente árbol y fabrico quejumbrosas trompetas a través de roncos huesos. Mas merecidos que el inclinado Ocno que trenza una soga y eternamente sacie, burrito, el hambre!
Dime entonces acaso la coraza Lorica quema tus brazos ¿ Entonces acaso la pesada lanza consume tus manos no guerrearas? ¡Esto te dañe menos que alguna muchacha con los dientes, deje por tu cuello marcas para que yo las llore! Y dicen que tu rostro esta debilitado a causa de la flacura: pero deseo que ese color sea a causa del deseo por mí.
En cambio, cuando la tarde ha extendido amargas noches, beso tus armas, si alguna yace abandonada; entonces me lamento que las mantas no se extiendan en todo el lecho, y que las aves promotoras de la luz no den su canto.

En las noches invernales preparo hiladas de soldados y vellones Tyrios cortados para tus túnicas; aprendo por que parte el Araxes que debe ser vencido fluye, cuanto corre sin agua el caballo parto, me veo obligada a aprender los mundos dibujados en el mapa, cual es esta posición de un dios sabio, que tierra es decorada por el hielo, cual es desintegrada a causa del color, que vientos trae bien desde Italia.

Solo mi hermana se sienta y la pálida nodriza a causa de la preocupación jura en falso que las demoras son propias del tiempo invernal. ¡Feliz Hipolita! Soportó las armas con el pecho desnudo y el casco bárbaro cubrió su delicada cabeza. ¡Ojalá se hubieran abiertos los campamentos a las muchachas romanas! ¡Ojalá fuera alforja fiel de tu milicia! Las cumbres Sythias no me demorarían cuando el Padre cambie las aguas a hielo con un frío gélido.

Todo amor es grande pero más grande es en presencia del marido. ¿Entonces para que ahora la púrpura de ostra fenicia brillaría para mi? ¿Para que el límpido cristal adornaría mis manos?

Todas las cosas callan sordas, y una sola amiga abre a veces acostumbrada a principio de mes los Lares cerrados, la voz de la perrita Ladrido me es grata: solo ella reclama la parte de tu lecho. Cubro los altarcitos con flores, tapo las encrucijadas con ramos sagrados y la hierba sabina chisporrotea frente a los antiguos fuegos ya si la lechuza posada en una viga cercana emana un gemido, ya se la tenue lampara quiso ser tocada con el vino, aquel día presagio la muerte violenta del cordero del año los victimarios amenazados están activos frente a las nuevas ganancias. ¡Ruego que la gloria no sea tanta la causa del ascenso de Bastar, y que las prendas de lino arrebatadas a un oloroso jefe (no sea de tanto valor) cuando los pesos de plomo de una honda trenzada son arrojados y el arco resuena traicionero con los caballos dados vuelta!

Pero así (tras domar al hijo de la tierra Parta tu lanza intacta siga a los caballos triunfales) ¡Conserva el pacto de mi lecho intacto! Yo querría que volvieras solo con esta condición: cuando haya elevado las ramas ofrendadas a la puerta Capena, escribiré “Una muchacha agradecida a causa de su hombre salvado”
Publicado por Leonor Silvestri en:

Blog Poética de la Traducción : poeticadelatraduccion.blogspot.com.ar/propercio








EL CUERPO


Invitación de la escritora sexóloga Valèrie Tasso en su  Página en faceboook :ValerieTasso.Oficial

"Interesantísimo"
 Mesa-Coloquio sobre EL CUERPO en el  programa "Para Todos la 2" de esta mañana."

Spinoza: "Nadie sabe lo que puede un cuerpo"

El cuerpo ha protagonizado diversos debates culturales, morales y filosóficos a lo largo de la Historia; por ejemplo, Aristóteles advirtió que no es posible definir la realidad del alma sin antes saber qué tipo de cuerpo la alberga. Analizamos qué funciones y qué limitaciones tiene el cuerpo humano en el siglo XXI. Coloquio entre Jorge de los Santos, pensador y artista plástico; Juan Arnau, astrofísico y filósofo, es investigador del Instituto de Historia de la Medicina y de la Ciencia del CSIC, y acaba de publicar "La medicina india"; y Margarita Sánchez Romero, profesora de Prehistoria de la Universidad de Granada e investigadora de la identidad femenina a través de la gestión de su cuerpo.
Valèrie Tasso 


El cuerpo ha protagonizado diversos debates culturales, morales y filosóficos a lo largo de la Historia; por ejemplo, Aristóteles advirtió que no es posible definir la realidad del alma sin antes saber qué tipo de cuerpo la alberga. Analizamos qué funciones y qué limitaciones tiene el cuerpo humano en el siglo XXI. Coloquio entre Jorge de los Santos, artista plástico; Juan Arnau, astrofísico y filósofo, es investigador del Instituto de Historia de la Medicina y de la Ciencia del CSIC, y acaba de publicar "La medicina india"; y Margarita Sánchez Romero, profesora de Prehistoria de la Universidad de Granada e investigadora de la identidad femenina a través de la gestión de su cuerpo.


martes, 29 de octubre de 2013

Sin intérprete y sin justicia



Sin intérprete y en manos de la Justicia
La detuvieron hace tres años y recién ahora le explicaron por qué la imputaban. Hace sólo un mes le designaron intérprete. En la Justicia no hay registro para traductores del idioma quechua.



Mana imatapas unanchani. El lector, con toda razón, se quejará de no entender nada de lo que se acaba de decir. A Reina Maraz le ocurre algo parecido. Seguramente peor. Porque no es ella sola la que no entiende lo que le dicen sino tampoco los jueces que la juzgan. Nacida hace 25 años en Avichuca, una comunidad ki-chwua de Bolivia que con dificultad aparece en los mapas, su lengua madre es el quechua. Migrante de la árida montaña boliviana, a los ocho meses de instalarse en un horno de ladrillos en Florencio Varela fue detenida, acusada de homicidio agravado.

Aunque sabe lo que hizo, su explicación de los motivos que la llevaron a hacerlo es tan inaccesible como la distancia que separa al tribunal bonaerense de las montañas chuquisaqueñas donde pastorean las llamas. Si bien Reina entiende el español, es una lengua claramente ajena para ella, y mucho más la jerigonza del lenguaje jurídico hispano/latino, que resulta inentendible para el argentino medio. Y se agrega el problema de que los jueces y fiscales que la juzgan entienden menos del quechua que lo que Reina del español, aunque sea ella la pensada analfabeta. El problema del que trata esta nota es que –detenida en 2010– recién después de un año de cárcel y proceso Reina pudo decirle a una intérprete, aportada por la Comisión Provincial por la Memoria, “mana imatapas unanchani” y la intérprete tradujo: “Dice que no entiende nada”. La experta recién hace un mes fue reconocida oficialmente por la Justicia bonaerense, habida cuenta de que el quechua no existe en los listados para asistir a los acusados. En el día del respeto a la diversidad cultural, la balanza de la Justicia está en déficit con buena parte de su clientela.

Uno de los derechos básicos que asisten a los acusados en un proceso penal es entender aquello por lo que son imputados, lo que se le proyecta en su horizonte de vida, y la asistencia de un defensor para representarlo en el proceso. Reina Maraz Bejarano fue detenida y trasladada a la Unidad 33 de Los Hornos en noviembre de 2010, acusada provisoriamente de homicidio agravado, homicidio criminis causa; homicidio agravado por el concurso de dos o más personas. Si lo penal está aceitado, lo que tiene que ver con el Derecho suena a bisagra vieja: a Reina la estacionaron en el penal y recién en 2011, en una visita de monitoreo, la CPM se contactó con ella y detectó que no entendía el castellano con facilidad.

En el mismo mes, la Dirección de Litigios Estratégicos y del Programa de Pueblos Originarios y Migrantes de la CPM asistió nuevamente a Reina, esta vez con la intérprete de quechua Frida Rojas. “Por primera vez, a un año de ser arrojada a un pabellón de la UP 33, Reina Maraz pudo hablar en su lengua de su situación y conocer las razones de su detención”, dijo a Página/12 Margarita Jarque, titular de la DLE. Cuando la CPM pidió por un intérprete en quechua, le respondieron que “solamente tenemos en inglés, francés y portugués”, como si se tratara de una visita guiada en un tour europeo...

Cuatro meses después, a instancias de la CPM se realizó una audiencia ante el juez de Garantías Nº 6 de Quilmes, intérprete de por medio. El juez dispuso la nulidad de la indagatoria que se había tomado anteriormente y ordenó realizar una nueva, con intérprete. Igual que en el caso de la lectura de derechos a un detenido hipoacúsico revelado por este diario en 2006, no es difícil imaginar el tenor de la declaración indagatoria en español de una persona que desconoce el idioma, y mucho más curioso debiera resultar la intención de averiguar la verdad de parte del investigador. En la balanza volcada, el juez hizo justicia, aunque el plazo de un año quedó cargado en los hombros de la mujer, que siguió presa. Se realizó la audiencia y Reina por primera vez entendió en qué consistía la acusación. El defensor, esta vez como estrategia y no por imposibilidad, decidió que no declare.

A todo esto, la intérprete Rojas actuaba como tal, pero fuera de expediente: su designación no era oficial porque para su intervención se requiere que se encuentre inscripta en el registro oficial. La norma tiene sentido: evitar las designaciones digitadas. Lo que no tiene sentido es que la norma sea anormal, ya que el registro oficial de intérpretes en quechua no existe. No por falta de necesidad. “El de Reina no se trata de un caso aislado sino que, atento a la extendida población migrante en nuestro país, e inmigrante particularmente, en la provincia de Buenos Aires existe un universo de personas que atraviesan circunstancias similares”, señaló Jarque en la presentación ante la Suprema Corte. Hasta esa instancia hubo que llegar para que Rojas, que actuaba en forma marginal por defecto de la Justicia, pudiera ser reconocida oficialmente, salteando una norma que de hecho ya era salteada, pero aparecía como si no.

La presentación se realizó a principios de este año como trámite urgente. Y recién el 5 de septiembre pasado, Frida Rojas aceptó el cargo. Formalidades que no lo son: la demora por falta de registro oficial volvió a cargarse sobre la imputada, que incluso fue discriminada y aislada por sus propias compañeras de pabellón por las dificultades que tenía para comunicarse.

Como se dijo, en septiembre, la SCJ ordenó al Tribunal Oral Nº 1 de Quilmes la designación oficial de la intérprete Rojas. El 5 de septiembre tuvo su primera audiencia ante los magistrados que la juzgarán, Alejandro Cascio, Silvia Echemendi y Marcela Vissio, en términos de comprensión accesible.

La CPM presentó simultáneamente un pedido de que se estableciera un registro de lenguas originarias bajo la supervisión de la propia Corte. “La situación de vulnerabilidad en que se encuentra Reina Maraz debería acarrear una mayor protección, y un plus de cuidados y garantías de parte de los actores estatales intervinientes.”

No en vano, Reina Maraz carga con todos los etiquetamientos posibles: mujer, indígena, boliviana, migrante y víctima de violencia de género.

horaciolqt@yahoo.com.ar

Fuente: Transcripción textual de Nota en Página 12 Edición digital

Otras notas en.
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domingo, 27 de octubre de 2013

El Hermafrodita Vicente Muñoz Álvarez




Le vi por vez primera en el interior de un carromato. Junto a otros de su especie exhibía impúdicamente su vergüenza procurándose el sustento. Se decía que algunas parturientas modelaban desde su propio seno sus horrores para venderlos al nacer. Niños bicéfalos y acéfalos, gemelos unidos por la frente, potros con cabeza humana, seres medio hombre medio puerco, mujeres con cinco manos, con serpientes en la espalda, con apéndices vivientes y pezuñas de cordero, se unían en un gremio malsano para explotar dolorosamente su desgracia.

Él, en cambio, era un hermafrodita enigmático y hermoso. Condensaba en su ser todo lo sublime, el misterio original del Demiurgo y la Creación. Y aunque a todos parecía repugnar, ejercía sobre mí un magnetismo inconciliable. Durante algunas semanas fui a verle todas las mañanas en aquel sórdido museo, agasajándole y mostrándole mi admiración. Después él también se enamoró y huyó conmigo de aquel antro fantasmal. Así comenzó una comunión perfecta cuya miel nos deleitó durante meses. Hasta la noche en que, consumido por los celos, terminé con su existencia ambigua al sorprenderle yaciendo consigo mismo en una contorsión repulsivamente obscena.

El Hermafrodita 

Vicente Muñoz Álvarez




(León, 27-3-1966) Es licenciado en derecho, pero su espíritu inquieto y su mente creativa le ha llevado a decantarse por batallar con la literatura, donde se halla más cómodo y seguro con sus propias criaturas de ficción que con los seres de carne y hueso. Es miembro del equipo de Producciones Vinalia Trippers, editorial leonesa de narrativa breve y poesía. Colabora en diversos medios editoriales con artículos, entrevistas o ensayos literarios. Además de cuentista es también poeta, y en sus cuentos es fácil advertir una cierta estructura poética, en el sentido de autonomía del texto y equilibrio me medios expresivos, así como ciertas resonancias líricas de fondo. Ha obtenido varios galardones en certámenes literarios, participa activamente en conferencias y lecturas poéticas, y colabora en diversos fanzines y revistas de literatura nacionales.

Libros publicados:

Monstruos y Prodigios (Premio Letras jóvenes Castilla y León, Valladolid, 1996), El Pueblo Oscuro (Las Palabras del Pararrayos, Barcelona, 1996), Perro de la Lluvia (Iralka Editorial, Irún, 1997), El Tiempo de los Asesinos (Iralka Editorial, Irún, 1997), Buscando la luz (Vinalia Bolsillo, León, 1998), Ciertas fobias (Neurótica Books, Badalona, 1999), Canciones de la Gran Deriva (Ateneo Obrero de Gijón, 1999), 38 Poemash (Vinalia Bolsillo, León 2000). 



"¡Click!" por Susan Sontag


La fotografía se ha transformado en una diversión casi tan cultivada como el sexo y el baile, lo cual significa que la fotografía, como toda forma artística de masas, no es cultivada como tal por la mayoría. Es sobre todo un rito social, una protección contra la ansiedad y un instrumento de poder.
La conmemoración de los logros de los individuos en tanto miembros de una familia (así como de otros grupos) es el primer uso popular de la fotografía. Durante un siglo al menos, la fotografía de bodas ha formado parte de la ceremonia tanto como las fórmulas verbales prescriptas. Las cámaras se integran en la vida familiar. Según un estudio sociológico realizado en Francia, casi todos los hogares tienen cámara, pero las probabilidades de que haya una cámara en un hogar con niños comparado con uno sin niños son del doble.

No fotografiar a los propios hijos, sobre todo cuando son pequeños, es señal de indiferencia de los padres, así como no posar para la foto de graduación del bachillerato es un gesto de rebelión adolescente.
Mediante las fotografías, cada familia construye una crónica-retrato de sí misma, un estuche de imágenes portátiles que rinde testimonio de la firmeza de sus lazos. Poco importa cuáles actividades se fotografían, siempre que las fotos se hagan y aprecien. La fotografía se transforma en rito de la vida familiar justo cuando la institución misma de la familia, en los países industrializados de Europa y América, empieza a someterse a una operación quirúrgica radical. A medida que esa unidad claustrofóbica, el núcleo familiar, se extirpaba de un conjunto familiar mucho más vasto, la fotografía la acompañaba para conmemorar y restablecer simbólicamente la continuidad amenazada y el ocaso del carácter extendido de la vida familiar. Estas huellas espectrales, las fotografías, constituyen la presencia vicaria de los parientes dispersos. El álbum familiar se compone generalmente de la familia extendida, y a menudo es lo único que ha quedado de ella.

Si las fotografías permiten la posesión imaginaria de un pasado irreal, también ayudan a tomar posesión de un espacio donde la gente está insegura. Así, la fotografía se desarrolla en conjunción con una de las actividades modernas más características: el turismo. Por primera vez en la historia, grupos numerosos de gente abandonan sus entornos habituales por breves períodos. Parece decididamente anormal viajar por placer sin llevar una cámara. Las fotografías son la prueba irrecusable de que se hizo la excursión, se cumplió el programa, se gozó del viaje. Las fotografías documentan secuencias de consumo realizadas en ausencia de la familia, los amigos, los vecinos. Pero la dependencia de la cámara, en cuanto aparato que da realidad a las experiencias, no disminuye cuando la gente viaja más. El acto de fotografiar satisface las mismas necesidades para los cosmopolitas que acumulan trofeos fotográficos de su excursión en barco por el Nilo o sus catorce días en China, que para los turistas de clase media que hacen instantáneas de la Torre Eiffel o las cataratas del Niágara.

El acto fotográfico, un modo de certificar la experiencia, es también un modo de rechazarla: cuando se confina a la búsqueda de lo fotogénico, cuando se convierte la experiencia en una imagen, un recuerdo. El viaje se transforma en una estrategia para acumular fotos. La propia actividad fotográfica es tranquilizadora, y mitiga esa desorientación general que se suele agudizar con los viajes. La mayoría de los turistas se sienten obligados a poner la cámara entre ellos y toda cosa destacable que les sale al paso. Al no saber cómo reaccionar, hacen una foto. Así la experiencia cobra forma: alto, una fotografía, adelante. El método seduce sobre todo a gente subyugada a una ética de trabajo implacable: alemanes, japoneses y estadounidenses. El empleo de una cámara atenúa su ansiedad provocada por la inactividad laboral cuando están en vacaciones y presuntamente divirtiéndose. Cuentan con una tarea que parece una simpática imitación del trabajo: pueden hacer fotos. La gente despojada de su pasado parece la más ferviente entusiasta de las fotografías, en su país y en el exterior. Todos los integrantes de una sociedad industrializada son obligados poco a poco a renunciar al pasado, pero en algunos países, como Estados Unidos y Japón, la ruptura ha sido especialmente traumática. A principios de los años ’70, la fábula del impetuoso turista estadounidense de los ’50 y ’60, cargado de dólares y materialismo, fue reemplazada por el enigma del gregario turista japonés, nuevamente liberado de su isla y prisión por el milagro del yen sobrevaluado y casi siempre armado con dos cámaras, una en cada lado de la cadera.

La fotografía se ha transformado en uno de los medios principales para experimentar algo, para dar una apariencia de participación. Un anuncio a toda página muestra un pequeño grupo de apretujada gente de pie, atisbando fuera de la fotografía; todos salvo uno parecen aturdidos, animados, contrariados. El de la expresión diferente sujeta una cámara ante el ojo, parece tranquilo, casi sonríe. Mientras los demás son espectadores pasivos, obviamente alarmados, poseer una cámara ha transformado a la persona en algo activo, un voyeur: sólo él ha dominado la situación. ¿Qué ven esas personas? No lo sabemos. Y no importa. Es un acontecimiento: algo digno de verse, y por lo tanto digno de fotografiarse. El texto del anuncio, letras blancas sobre el oscuro tercio inferior de la imagen como el despacho noticioso de un teletipo, consiste sólo en seis palabras: “... Praga... Woodstock... Vietnam... Sapporo... Londonderry... Leica”. Esperanzas frustradas, humoradas juveniles, guerras coloniales y deportes de invierno son semejantes: la cámara los iguala. Hacer fotografías ha implantado en la relación con el mundo un voyeurismo crónico que uniforma la significación de todos los acontecimientos.

Una fotografía no es el mero resultado del encuentro entre un acontecimiento y un fotógrafo; hacer imágenes es un acontecimiento en sí mismo, y uno que se arroga derechos cada vez más perentorios para interferir, invadir o ignorar lo que esté sucediendo. Nuestra percepción misma de la situación ahora se articula por las intervenciones de la cámara. La omnipresencia de las cámaras insinúa de modo persuasivo que el tiempo consiste en acontecimientos interesantes, dignos de fotografiarse. Esto a su vez permite sentir fácilmente que a cualquier acontecimiento, una vez en marcha, y sea cual fuere su carácter moral, debería permitírsele concluir para que algo más pueda añadirse al mundo, la fotografía. Una vez terminado el acontecimiento, la fotografía aún existirá, confiriéndole una especie de inmortalidad (e importancia) de la que jamás habría gozado de otra manera. Mientras personas reales están por ahí matándose entre sí o matando a otras personas reales, el fotógrafo permanece detrás de la cámara para crear un diminuto fragmento de otro mundo: el mundo de imágenes que procura sobrevivir a todos.

Fotografiar es esencialmente un acto de no intervención. Parte del horror de las proezas del fotoperiodismo contemporáneo tan memorables como las de un bonzo vietnamita que coge el bidón de gasolina y un guerrillero bengalí que atraviesa con la bayoneta a un colaboracionista maniatado proviene de advertir cómo se ha vuelto verosímil, en situaciones en las cuales el fotógrafo debe optar entre una fotografía y una vida, optar por la fotografía. La persona que interviene no puede registrar; la persona que registra no puede intervenir.

La gran película de Dziga Vertov, Cielovick’s Kinoapparatom (El hombre de la cámara, 1929), nos brinda la imagen ideal del fotógrafo como alguien en movimiento perpetuo, alguien que atraviesa un panorama de acontecimientos dispares con tal agilidad y celeridad que toda intervención es imposible. Rear Window (La ventana indiscreta, 1954) de Hitchcock nos brinda la imagen complementaria: el fotógrafo interpretado por James Stewart entabla una relación intensa con un suceso a través de la cámara precisamente porque tiene una pierna rota y está confinado a una silla de ruedas; la inmovilidad temporal le impide intervenir en lo que ve, y vuelve aún más importante hacer fotografías. Aunque sea incompatible con la intervención física, el empleo de la cámara sigue siendo un modo de participación. Aunque la cámara sea un puesto de observación, el acto de fotografiar es algo más que observación pasiva. Como el voyeurismo sexual, es una manera de alentar, al menos tácitamente, a menudo explícitamente, la continuación de lo que esté ocurriendo.

Hacer una fotografía es tener interés en las cosas tal como están, en un statu quo inmutable (al menos por el tiempo que se tarda en conseguir una “buena” imagen), ser cómplice de todo lo que vuelva interesante algo, digno de fotografiarse, incluido, cuando ése es el interés, el dolor o el infortunio de otra persona.
“Siempre me pareció que la fotografía era una cosa traviesa; para mí fue uno de sus aspectos favoritos –escribió Diane Arbus–, y cuando lo hice por primera vez me sentí muy perversa.” Ser fotógrafo profesional puede parecer “travieso”, por usar la expresión pop de Arbus, si el fotógrafo busca temas considerados escandalosos, tabúes, marginales. Pero los temas traviesos son más difíciles de encontrar hoy día. ¿Y cuál es exactamente el aspecto perverso de la fotografía? Si los fotógrafos profesionales a menudo tienen fantasías sexuales cuando están detrás de la cámara, quizá la perversión reside en que estas fantasías son verosímiles y muy inapropiadas al mismo tiempo. En Blow-up (1966), Antonioni muestra al fotógrafo de modas rondando convulsivo el cuerpo de Verushka mientras suena la cámara. ¡Vaya travesura! En efecto, el empleo de una cámara no es buen modo de tentar a alguien sexualmente. Entre el fotógrafo y el tema tiene que mediar distancia. La cámara no viola, ni siquiera posee, aunque pueda atreverse, entrometerse, invadir, distorsionar, explotar y, en el extremo de la metáfora, asesinar: actividades que, a diferencia de los empujes y tanteos sexuales, pueden realizarse de lejos, y con alguna imparcialidad.


Hay una fantasía sexual mucho más intensa en la extraordinaria Peeping Tom (1960) de Michael Powell, una película que no trata de un mirón sino de un psicópata que mata a las mujeres al fotografiarlas, con un arma escondida en la cámara. Nunca jamás las toca. No desea sus cuerpos; quiere la presencia de esas mujeres en forma de imágenes fílmicas –las que las muestran en trance de muerte– que luego proyecta en su casa para su goce solitario. La película supone correspondencias entre la impotencia y la agresión, la mirada profesional y la crueldad, que señalan la fantasía central relacionada con la cámara. La cámara como falo es a lo sumo una tímida variante de la ineludible metáfora que todos emplean sin advertirlo. Por brumosa que sea nuestra conciencia de esta fantasía, se la nombra sin sutilezas cada vez que hablamos de “cargar” y “apuntar” una cámara, de “apretar el disparador”.
Era más complicado y difícil recargar una cámara antigua que un mosquete Bess marrón. La cámara moderna quiere ser una pistola de rayos. Se lee en un anuncio: “La Yashica Electro-35 es la cámara de la era espacial que encantará a su familia. Haga hermosas fotos de día o de noche. Automáticamente. Sin complicaciones. Sólo apunte, enfoque y dispare. El cerebro y obturador electrónicos de la GT harán el resto”.


La cámara, como el automóvil, se vende como un arma depredadora, un arma tan automática como es posible, lista para saltar. El gusto popular espera una tecnología cómoda e invisible. Los fabricantes confirman a la clientela que fotografiar no requiere pericia ni habilidad, que la máquina es omnisapiente y responde a la más ligera presión de la voluntad. Es tan simple como encender el arranque o apretar el gatillo.
Como las armas y los automóviles, las cámaras son máquinas que cifran fantasías y crean adicción. Sin embargo, pese a las extravagancias de la lengua cotidiana y la publicidad, no son letales. En la hipérbole que publicita los automóviles como armas hay al menos un asomo de verdad: salvo en tiempos de guerra, los automóviles matan a más personas que las armas. La cámara/arma no mata, así que la ominosa metáfora parece un mero alarde, como la fantasía masculina de tener un fusil, cuchillo o herramienta entre las piernas. 
No obstante, hay algo depredador en la acción de hacer una foto. Fotografiar personas es violarlas, pues se las ve como jamás se ven a sí mismas, se las conoce como nunca pueden conocerse; transforma a las personas en objetos que pueden ser poseídos simbólicamente. Así como la cámara es una sublimación del arma, fotografiar a alguien es cometer un asesinato sublimado, un asesinato blando, digno de una época triste, atemorizada. 

Susan Sontang

"Susan Sontag (1933-2004) ya creía, a sus 16 años, que no había vida después de la muerte. La escritora estadounidense tuvo un deceso a cámara lenta: superó dos cáncer para luego sucumbir ante una leucemia. Su desaparición física -que tanto le costó aceptar- no significó la extinción de su obra, que seguirá viva en el tiempo.

La autora neoyorquina fue una intelectual ("no sé que son los intelectuales. Lo que debe hacer el escritor es decir la verdad", dijo en una entrevista) comprometida con sus ideas. Novelista, periodista, activista, directora de cine y de teatro, Sontag fue una de las voces más críticas a la política de su país. Tanto, que le reclamaban su supuesta falta de patriotismo (a modo sarcástico ella misma decía que era ciudadana del "imperio estadounidense").

La ganadora, junto a Fátima Mernissi, del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2003 empezó a escribir muy joven (también a sufrir: su padre murió en China de tuberculosis cuando ella tenía cinco años de edad; y su madre, alcohólica, falleció cuando tenía 12). Los diarios que su hijo David Rieff publicó tras su muerte revelan a la autora antes de ser lo que fue: Sontag antes de Sontag.

Ya en 1947, por ejemplo, creía que lo más deseable en el mundo es la honradez, la libertad de ser fiel a uno mismo; que la única diferencia entre los seres humanos es la inteligencia; que está mal privar a cualquiera de la vida. Intensidades de una quinceañera que quería adquirir una conciencia. Esas páginas muestran la ansiedad que entonces tenía por leer todo lo que le faltaba leer, por ver las películas que le faltaba ver, por escuchar las obras de la música clásica que debía escuchar (verbigracia: "4/6/49: Shostakovich Concierto para piano / Scriabin Preludios / Franck Sinfonía en Re menor / Prokofiev Sinfonía # 5 / Misa en Si Menor (de Bach) / ¡Sexo con música! ¡¡Qué intelectual!!!").

La homosexualidad también fue otra de las características de la escritora norteamericana. Casada a los 17 años con un profesor de Sociología que -dicen- había conocido sólo unos ocho días antes del matrimonio (se divorció casi una década después), tuvo una relación con la fotógrafa Annie Leibovitz. "Ahora empieza todo, he renacido", escribió en su diario tras su primera experiencia lésbica.

Sontag renació varias veces. Sufrió de cáncer por primera vez en 1975; las probabilidades de supervivencia, según los médicos, eran pocas. Sobrevivió. De esa experiencia escribió La enfermedad y sus metáforas. Ya en los 90, otro cáncer. Lo superó con consecuencias: la quimioterapia devino en un tercer cáncer que se transformó luego en la mortal leucemia. Publicó cuatro novelas (la primera fue El benefactor), dio clases sobre la belleza, fotografía (que embellece la realidad, decía). Tenía 71 años cuando falleció en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center. Queda su obra para hacerla eterna."

Las fotografías Silvina Ocampo

 

 
Mujer con cámara  Kodak , c.1900



Llegué con mis regalos. Saludé a Adriana. Estaba sentada en el cen­tro del patio, en una silla de mimbre, rodeada por los invitados. Te­nía una falda muy amplia, de organdí blanco, con un viso almidona­do, cuya puntilla se asomaba al menor movimiento, una vincha de metal plegadizo, con flores blancas, en el pelo, unos botines ortopé­dicos de cuero y un abanico rosado en la mano. Aquella vocación por la desdicha que yo había descubierto en ella mucho antes del acci­dente, no se notaba en su rostro.
 
Estaban la Clara, estaba Rossi, el Cordero, Perfecto y Juan, Al­bina Renato, María, la de los anteojos, el Bodoque Acevedo, con su nueva dentadura, los tres pibes de la finada, un rubio que nadie me presentó y la desgraciada de Humberta. Estaban Luqui, el Enanito y el chiquilín que fue novio de Adriana, y que ya no le hablaba. Me mostraron los regalos: estaban dispuestos en una repisa del dormi­torio. En el patio, debajo de un toldo amarillo, habían puesto la me­sa, que era muy larga: la cubrían dos manteles. Los sándwiches de verdura y de jamón y las tortas muy bien elaboradas, despertaron mi apetito. Media docena de botellas de sidra, con sus vasos corres­pondientes, brillaban sobre la mesa. Se me hacía agua la boca. Un florero con gladiolos naranjados y otro con claveles blancos, adorna­ban las cabeceras. Esperábamos la llegada de Spirito, el fotógrafo: no teníamos que sentarnos a la mesa ni destapar las botellas de si­dra, ni tocar las tortas, hasta que él llegara.
 
Para hacernos reír, Albina Renato bailó La muerte del Cisne. Es­tudia bailes clásicos, pero bailaba en broma.
Hacía calor y había moscas. Las flores de las catalpas ensucia­ban las baldosas del patio. Los hombres con los periódicos, las mu­jeres con pantallas improvisadas o abanicos, todo el mundo se aba­nicaba o abanicaba las tortas y sándwiches. La desgraciada de Humberta, lo hacía con una flor, para llamar la atención. Qué aire puede dar, por mucho que se agite, una flor.
Durante una hora de expectativa en que todos nos preguntába­mos al oír el timbre de la puerta de calle si llegaba o no llegaba Spi­rito, nos entretuvimos contando cuentos de accidentes más o menos fatales. Algunos de los accidentados habían quedado sin brazos, otros sin manos, otros sin orejas. "Mal de muchos, consuelo de algu­nos", dijo una viejita, refiriéndose a Rossi, que tiene un ojo de vi­drio. Adriana sonreía. Los invitados seguían entrando. Cuando lle­gó Spirito, se destapó la primera botella de sidra. Por supuesto que nadie la probó. Se sirvieron varias copas y se inició el larguísimo preludio al esperado brindis.
 
En la primera fotografía, Adriana, a la cabecera de la mesa, tra­taba de sonreír con sus padres. Dio mucho trabajo colocar bien el grupo, que no armonizaba: el padre de Adriana era corpulento y muy alto, los padres fruncían mucho el ceño, sosteniendo en alto las copas. La segunda fotografía no dio menos trabajo: los hermanitos, las tías y la abuela se agrupaban desordenadamente alrededor de Adriana, tapándole la cara. El pobre Spirito tenía que esperar pa­cientemente el momento de sosiego, en que todos ocupaban el lugar por él indicado. En la tercera fotografía, Adriana blandía el cuchi­llo, para cortar la torta, que llevaba escrito con merengue rosado su nombre, la fecha de su cumpleaños y la palabra FELICIDAD, salpica­da de grageas.
 
-Tendría que ponerse de pie -dijeron los invitados. La tía objetó:
-Y si los pies salen mal.
-No se aflija -respondió el amable Spirito-, si quedan mal, después se los corto.
Adriana hizo una mueca de dolor y el pobre Spirito tuvo que fo­tografiarla de nuevo, hundida en su silla, entre los invitados. En la cuarta fotografía, sólo los niños rodeaban a Adriana; les permitieron mantener las copas en alto, imitando a los mayores. Los niños die­ron menos trabajo que los grandes. El momento más difícil no ha­bía terminado. Había que llevar a Adriana al dormitorio de su abue­la para que le sacaran las últimas fotografías. Entre dos hombres la cargaron en la silla de mimbre y la pusieron en el cuarto, con los gladiolos y los claveles. Allí la sentaron en un diván, entre varios al­mohadones superpuestos. En el dormitorio, que medía cinco metros por seis, había aproximadamente quince personas, enloqueciendo al pobre Spirito, dándole indicaciones y aconsejando a Adriana las posturas que debía adoptar. Le arreglaban el pelo, le cubrían los pies, le agregaban almohadones, le colocaban flores y abanicos, le levantaban la cabeza, le abotonaban el cuello, le ponían polvos, le pintaban los labios. No se podía ni respirar. Adriana sudaba y hacía muecas. El pobre Spirito esperó más de media hora, sin decir una palabra; luego, con muchísimo tacto, sacó las flores que habían co­locado a los pies de Adriana, diciendo que la niña estaba de blanco y que los gladiolos naranjados desentonaban con el conjunto. Con santa paciencia, Spirito repitió la consabida amenaza:
 
-Ahora va a salir un pajarito.
Encendió las lámparas y sacó la quinta fotografía, que terminó en un trueno de aplausos. Desde afuera, la gente decía:
-Parece una novia, parece una verdadera novia. Lástima los botines.
 
La tía de Adriana pidió que fotografiaran a la niña con el abani­co de su suegra, en la mano. Era un abanico con encaje de Alenzón, con lentejuelas, y cuyas varillas de nácar tenían pequeñas pinturas hechas a mano. El pobre Spirito no juzgó de buen gusto introducir en la fotografía de una niña de catorce años un abanico negro y tris­te, por valioso que fuera. Tanto insistieron, que aceptó. Con un cla­vel blanco en una mano y el abanico negro en la otra, salió Adriana en la sexta fotografía. La séptima fotografía motivó discusiones: si se sacaría en el interior del cuarto o en el patio, junto al abuelo ma­niático, que no quería moverse de su rincón. La Clara dijo:
-Si es el día más feliz de su vida, cómo no la van a fotografiar junto al abuelo, que tanto la quiere. -Luego explicó-: -Desde hace un año esta niña se ha debatido entre los brazos de la muerte, ha quedado paralítica.
 
La tía declaró:
-Nos hemos desvivido por salvarla, durmiendo a su lado en los pisos de baldosa de los hospitales, dándole nuestra sangre en trans­fusiones, y ahora, en el día de su cumpleaños, vamos a descuidar el momento más solemne del banquete, olvidando de ponerla en el grupo más importante, junto a su abuelo, que siempre fue su prefe­rido.
 
Adriana se quejaba. Creo que pedía un vaso de agua, pero esta­ba tan agitada que no podía pronunciar ninguna palabra; además, el estruendo que hacía la gente al moverse y al hablar hubiera so­focado sus palabras, si ella las hubiera pronunciado. Dos hombres la llevaron, de nuevo, en la silla de mimbre, al patio y la pusieron junto a la mesa. En ese momento se oyó de un altoparlante la can­ción ritual de Feliz cumpleaños. 
 
Adriana en la cabecera de la mesa, al lado del abuelo y de la torta con velitas, posó para la séptima fo­tografía, con mucha serenidad. La desgraciada de Humberta logró introducirse en el retrato en primer plano, con sus omóplatos des­cubiertos y despechugada como siempre. La acusé en público por la intromisión, y aconsejé al fotógrafo que repitiera la fotografía, lo que hizo de buen grado. Resentida, la desgraciada de 
 
Humberta se fue a un rincón del patio; el rubio que nadie me presentó la siguió y para consolarla le sopló algo al oído. Si no hubiera sido por esa des­graciada la catástrofe no habría sucedido. Adriana estaba a punto de desmayarse, cuando la fotografiaron de nuevo. Todos me lo agra­decieron. Destaparon las botellas de sidra; las copas rebalsaban de espuma. Cortaron las dos tortas en tajadas grandotas, que se repartieron en cada plato. Estas cosas llevan tiempo y atención. Algunas copas se volcaron sobre el mantel: dicen que trae suerte. Con la punta de los dedos, nos humedecimos la frente. Algunos mal educa­dos habían bebido ya la sidra antes del brindis. La desgraciada de Humberta dio el ejemplo, y le pasó la copa al rubio. No fue sino más tarde, cuando probamos la torta y brindamos a la salud de Adriana, que advertimos que estaba dormida. La cabeza colgaba de su cuello como un melón. No era extraño que siendo aquella su primera sali­da del hospital, el cansancio y la emoción la hubieran vencido. Al­gunas personas se rieron, otras se acercaron y le golpearon la espal­da para despertarla. La desgraciada de Humberta, esa aguafiestas, la zarandeó de un brazo y le gritó:
-Estás helada.
Ese pájaro de mal agüero, dijo:
-Está muerta.
 
Algunas personas alejadas de la cabecera, creyeron que se tra­taba de una broma y dijeron:
-Como para no estar muerta con este día.
El Bodoque Acevedo no soltaba su copa. Todos dejaron de comer, salvo Luqui y el Enanito. Otros, disimuladamente, guardaban tro­zos de torta estrujada y sin merengue, en el bolsillo. ¡Qué injusta es la vida! ¡En lugar de Adriana, que era un angelito, hubiera podido morir la desgraciada de Humberta!

martes, 22 de octubre de 2013

Proyecto Gutenberg I

Hoy pasando revista a algunos blogs me crucé con el Proyecto Gutenberg.
Todos a esta altura saben de qué se trata pero por las dudas si alguien no lo supiera el Proyecto Gutenberg se describe  a continuación de los logos que lo identifican:






"El Proyecto Gutenberg (PG) fue desarrollado por Michael Hart en 1971 con el fin de crear una biblioteca de libros electrónicos gratuitos a partir de libros que ya existen físicamente. Estos libros electrónicos se encuentran disponibles desde entonces en Internet.

En portugués había 364, en inglés 25496, y en francés 1496.
En su mayoría, el Proyecto Gutenberg se concentra en la literatura históricamente importante y obras de referencia.

El lema del proyecto es "cortemos los barrotes de la ignorancia y el analfabetismo", escogido porque el proyecto espera continuar con el trabajo de la difusión de la alfabetización pública y de la gratitud hacia nuestra herencia literaria que las bibliotecas públicas empezaron a principios del siglo XX. Siempre que es posible, las ediciones de Gutenberg se liberan en formato ASCII.

También se liberan en otros formatos, siempre que sean presentados por voluntarios. Durante algunos años anteriores, hubo discusiones sobre si sería conveniente usar algún formato tipo XML, aunque no hubo muchos avances entonces. A los formatos populares que no son fácilmente editables, como el PDF, no se les consideraba apropiados, de acuerdo con los objetivos generales del Proyecto Gutenberg, aunque se han añadido muchos a la colección. Actualmente se publican libros en varios de los formatos electrónicos para leer en PDAs y lectores de libros electrónicos, y también en formato de audiobooks.

Mientras que la mayoría de los lanzamientos del proyecto Gutenberg son en inglés, también hay un número significativo de documentos en alemán, francés, italiano, español, holandés, finlandés, y chino, así como en otras lenguas. Todos los textos del proyecto Gutenberg se pueden obtener y redistribuir por los lectores de forma gratuita: la única restricción que se pone en la redistribución es que el texto debe permanecer inalterado, y debe contener el encabezamiento del Proyecto Gutenberg. Si el texto redistribuido se hubiera modificado, el archivo no se debe etiquetar como un texto del Proyecto Gutenberg
El proyecto, que ha estrenado más de 30.000 libros electrónicos (noviembre de 2009) casi completamente producidos por voluntarios, sigue activo. 

Cualquiera puede ser corrector y ofrecerse para corregir por ejemplo una página al día. Esto se hace mediante el sitio auxiliar pero independiente de distributed proofreaders.
En julio de 2013 el proyecto ofrecía gratuitamente más de 42.000 libros en diferentes formatos.(...) 

Fuente:Extracto de Wikipedia .Continuar leyendo aquí: Proyecto Gutenberg

Michael Hart

El origen del Proyecto Gutenberg, nacido en 1971 de la perspectiva visionaria de aquel estudiante de la Universidad de Illinois, Michael Hart también suele asociarse al origen del libro digital, en inglés. e-book Teniendo acceso a uno de los ordenadores que luego fueron la base de la red que se convirtió en Internet, Michael imaginó que algún día la información allí contenida sería de uso público, y decidió crear una biblioteca de libros digitalizados.
El primero fue un ejemplar de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, y en julio de 2012 el Proyecto Gutenberg contaba casi cuarenta mil libros en inglés, francés, italiano, español, alemán, holandés, finlandés y chino.

Una interesantísima reseña de cómo nace el proyecto Gutenberg y su evolución (el que me fascinó desde aquellos años allá por 1995 cuando comencé a usar internet) titulado" El Proyecto Gutenberg (1971-2009) "Marie Lebert, Traducido por Anna Álvarez y revisado por Marie Lebert NEF, Universidad de Toronto, 2009 por Marie Lebertse puede leer y descargar en este sitio :
www.gutenberg.org/files/31633/31633-pdf.pdf

En 1993 se lanzaron a la venta los primeros libros digitales, en 1998 aparecieron los primeros dispositivos lectores de libros electrónicos y su uso se ha generalizado tanto que para 2013 se estima que las ventas de libros en formato digital se incrementará en un 30 % con respecto al año anterior.

 Un fragmento de Moby Dick tal como aparece en un teléfono celular con plucker (lector digital).

Esta curiosidad de saber cuándo aparece el primer libro digitalizado y de dominio público para ser leído y/o descargado libremente me fue revelado por ese trabajo de investigación y divulgación mencionado anteriormente de la autora Marie Lebertse del cual se cita este extracto :

Tras haber digitado "The United States Declaration of Independence" en 1971, Michael prosiguió con sus esfuerzos en 1972 digitando "The United States Bill of Rights" (Declaración de derechos de los Estados Unidos).

Esa declaración incluye las diez primeras enmiendas añadidas en 1789 a la Constitución de los Estados Unidos (ratificada en 1787), y define los derechos individuales de los ciudadanos y los poderes respectivos del gobierno federal y de los Estados

En 1973, un voluntario digitó "The United States Constitution" (Constitución de losEstados Unidos) en su totalidad.

Perseverencia
Año tras año, la capacidad del disquete aumentaba con regularidad – eldisco duro no existía aún – de modo
que los archivos podían ocupar cada vez más espacio. Algunos voluntarios se animan a digitalizar la Biblia,compuesta de varios libros, cada cual puede tratarse por separado y ocupar un archivo diferente.

Michael también empieza a digitar la obra completa de Shakespeare, conla ayuda de voluntarios, una obra de teatro tras otra, cada una en una rchivo.

De hecho aquella edición nunca se ha podido poner en línea,debido a que entre tanto, había entrado en vigor una ley de copyrigh más rigurosa, ya no destinada a proteger el texto de Shakespeare, pasado desde hace tiempo al dominio público, sino los comentarios y notas de aquella edición. Otras ediciones anotadas que sí habían pasado al dominio público se pusieron en línea algunos años más tarde.
Por las mismas fechas, el internet, aún embrionario en 1971, despega verdaderamente en 1974, tras la creación del protocolo TCP/IP(transmission control protocol/internet protocol). En 1983, le red está en plena expansión.

De 10 a 1.000 ebooks

En agosto de 1989, el Proyecto Gutenberg pone en línea su décimo texto,"The King James Bible", publicada por primera vez en 1611 y cuya versión más conocida es la de 1769. El conjunto de los archivos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento representa 5 M (megabytes).

En 1990, ya hay 250.000 internautas, y el modelo estándar vigente es el disquete de 360 Ko.

En enero de1991, Michael digita "Alice’sAdventures in Wonderland" (Alicia en el país de las maravillas) de Lewis Carroll (publicado en 1865). En julio del mismo año, digita "Peter Pan" de James M. Barrie (publicado en 1904). Cada uno de estos dos clásicos de la literatura infantil cabe en un disquete estándar. Luego llega la web, operativa a partir de 1991. El primer navegador,Mosaic, aparece en noviembre de 1993. Al generalizarse el acceso a la red, resulta más fácil hacer circular los textos electrónicos y reclutar voluntarios.

El Proyecto Gutenberg perfecciona su método detrabajo, y logra digitalizar un texto al mes en 1991, dos textos al mes en 1992, cuatro textos al mes en 1993 y ocho textos al mes en 1994. En enero de1994, el Proyecto Gutenberg celebra su centésimo libro con la puesta en línea de "The Complete Works of William Shakespeare" (La obra completa de William Shakespeare). Shakespeare escribió la mayor parte de su obra entre 1590 y 1613.
A continuación la producción sigue aumentando, con una media de 8 textos al mes en 1994, 16 textos al mesen 1995 y 32 textos al mes en 1996.
Comose observa, entre 1991 y 1996, las producciones se han duplicado cada año. Mientras sigue con la digitalización de los libros, Michael coordina también a partir de entonces el trabajo de decenas de voluntarios.

A partir de finales de 1993, el Proyecto Gutenberg se articula en torno a tres grandes sectores:

(a) "Light Literature"(literatura de entretenimiento), que incluye por ejemplo "Alice’sAdventures in Wonderland" (Las aventuras de Alicia en el país de lasmaravillas), "Peter Pan" o "Aesop’s Fables" (Las Fábulas de Esopo)

(b) "Heavy Literature" (literatura "seria"), que incluye por ejemplo LaBiblia, las obras de Shakespeare o "Moby Dick"

(c) "Reference Literature" (literatura de referencia), que reúne enciclopedias ydiccionarios, por ejemplo el "Roget’s Thesaurus".

Más adelante, esta presentación en tres sectores es sustituida por una clasificación detallada con más secciones. "(3)



Fuentes y enlaces:
(1)-ver nota sobre  biografía de Michael Stern Hart  en : mqh02.wordpress.com/michael-stern-hart)
(2)-Gogle Nota 6 :es.wikipedia.org/wiki/Google Historia de Google: maestrosdelweb.com/
Sitio web del Proyecto Gutenberg en inglés: www.gutenberg.org/
Sitio web del Proyecto Gutenberg en español: www.gutenberg.org/ES
Sitio oficial  de noticias del Proyecto Gutenberg: www.gutenbergnews.org/
Libros en español: www.gutenberg.org/es
(3)-El Proyecto Gutenberg (1971-2009)www.gutenberg.org/files/31633/31633-pdf.pdf


lunes, 14 de octubre de 2013

Lumpérica Diamela Eltit


Como este blog entre sus múltiples fines que tiene es abrir una puerta a la lectura de una obra, conocer a un escritor en un sencillo pantallazo,brindar un acercarmiento desde algunas líneas de enlace y como cada lector encontrará ese camino ,en el caso que sea un experto o especalista quizás vea citado su nombre o un escrito, ensayo o crítica de la cual se nutre esta propuesta.
En esta entrada la obra es "Lúmperica" ,la primera novela de la escritora chilena Diamela Eltit, publicada por Ediciones del Ornitorrinco en 1983. La autora la escribió  durante los tiempos más difíciles de la dictadura en  Chile.





Con respecto del argumento del libro ha dicho Agata Gilgo que es un libro excepcional, así se titula también la nota que aborda  el contenido ,estilo y simbología de Lumpérica.

Agata Gligo dice en la nota "Un libro excepcional " (1) que esta novela se inscribe estilísticamente dentro de "lo experimental", de la escritura de "alejamiento" ,un contacto con el "distanciamiento " al modo de las obras teatrales del absurdo y el surrealismo podría interpretarse.

El lugar, la escenografía es una plaza pública de una ciudad y la protagonista : una mujer llamada en la obra "L.Iluminada"-
En palabras de Gilgo :

"En un espacio único y delimitado: una plaza pública, "que prendida por refes eléctricas garantiza una ficción de la ciudad" (p. 7) 

-y en un tiempo que en la obra es una noche -pero que en la realidad correspondería a meses, años, o la vida entera-

- la protagonista, cuyo sólo nombre: L. Iluminada irrumpe desde el principio como refulgente elemento poético, se expone a la luz de un aviso al que la ficción literaria ha premunido del poder de imprimir u otorgar ilusión de identidad a los que alumbra con la letra, la luz o el color adecuados:

- "Porque el frío de esta plaza es el tiempo que se ha marcado para suponerse un nombre propio, donado por el letrero que se encenderá y apagará, rítmico y ritual en el proceso que en definitiva les dará vida: su identificación ciudadana" (p. 7)".

(1)-Lumpérica Un libro excepcional del blog letras.s5.com

Lúmperica esá inspirada según palabras de la autora en : Cobra de Severo Sarduy y el teatro barroco del Siglo de Oro:


"La lectura de Cobra me hizo perder el miedo, la inseguridad, porque me hizo entender que puedo hacer lo que yo quiera. Asustada, de todas maneras asustada. Pero ahí me apoyé entonces en la tradición. Es curioso, me apoyo mucho en la tradición. En el barroco me apoyo, en el teatro, la escena, la mise en scéne. Para mí el teatro sigue siendo el del Siglo de Oro. El teatro que yo manejo más en mi cabeza es ése".(2)

(Morales T., Leonidas. "Narración y referentes en Diamela Eltit", Revista Chilena de Literatura, (51): 121 noviembre, 1997).
Otros referentes fueron: Hijo de Ladrón de Manuel Rojas, que la inspiró en el tema de la herida y la poesía de Vicente Huidobro.

(2)-Blog Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile (DIBAM). memoriachilena.cl

Severo Sarduy ,el autor de "Cobra" fue un narrador, poeta, ensayista, periodista, pintor y dramaturgo cubano.



Algunas páginas del libro y transcripción de texto de "LUMPÉRICA de Diamela Eltit


Imaginar un espacio cuadrado, construido, cercado de árboles: con bancos, faroles, cables de luz, el suelo embaldosado y a pedazos la tierra cubierta de césped.
Imaginar este espacio incluido en la ciudad.
Imaginar este espacio ciudadano al anochecer con sus elementos velados, aunque todavía nítidos.
Imaginar desolado este espacio.
Imaginar este desolado espacio al encenderse la luz eléctrica: el haz largado sobre la superficie.
Imaginar toda la plaza cuadrada iluminada por diferentes haces que se filtran entre los árboles.
Imaginar allí una figura cualquiera sentada en un banco con los ojos cerrados.
Imagianr a esa figura sentada en el banco con los ojos cerrados y el frío extendido con violencia, desatado.
Imaginar que esa figura es una mujer con los ojos cerrados, acurrucada para sacarse el frío, sola en la plaza.
Imaginar que esa mujer es una desarrapada en la plaza, entumida de frío.
Imaginar sus pies cruzados sobre el suelo y su cabeza enterrada contra su pecho escondiendo el rostro, con los ojos cerrados.
Imaginar los árboles mecidos por el viento dejando ver los cables de luz y en medio a la mujer ésa.
Imaginar la ciudad quieta, sin ruidos, sólo la noche pasando.
Imaginar a la mujer sentada en el banco con los ojos cerrados bajo una luz.
Imaginar la luz sobre la cabeza de la mujer.
Imaginar una luz de gran potencia sobre la cabeza inclinada de la mujer.
Imaginar su mano iluminada sobre el banco de la plaza.
Imaginar sus pies iluminados curvados sobre el suelo.
Imaginar la curvatura de su espalda.
Imaginarla curvada.
Imaginarla en otros gestos circulares.
Imaginarla encerrada.
Imaginar a la mujer con la cabeza baja para eludir una luz.
Imaginar su cuerpo enteramente curvado iluminado por una luz de gran potencia.
Imaginar su cabeza iluminada.
Imaginar su nuca brillando iluminada.
Imaginar la iluminación de sus ojos cerrados.
Imaginar sus uñas iluminadas sobre el banco.
Imaginarla sustituida bajo la luz por otra figura curvada.
Imaginar el escenario constituido por una luz de gran potencia.
Imaginar todo desarrapado bajo esa luz.
Imaginar su propio tirerío expuesto a una luz de gran potencia.
Imaginar la impresión bajo una luz.
Imaginar la extrema curvatura impresa bajo una luz.
Imaginar la extrema curvatura impresa bajo una luz de gran potencia.
Imaginar la iluminación de toda luz eléctrica.



6.2 LOS GRAFITIS DE LA PLAZA

La escritura como proclama

Santiago de Chile que apareció de modo
mentiroso y con erratas le han quitado
construcciones y es por eso que los
pálidos lo acosan como a usted que se creía
protegido. Ellos están fuera de mediciones
urbanas, en otra situación, por esto es que
la belleza acabó por derrumbarse. Algo así
como el sol que los hubiese terminado por
excluir.
Pero sin embargo ésos tematizan sobre otras
fundaciones que es imposible comprender
a cabalidad, porque los lugares en que se
proponen vienen de lo más primario, de la
desinteligencia del que no conoce el
cemento nada más que en una de sus partes.


Escribió:
como la más rajada de las madonas le presté mi cuerpo tirada en la plaza para que me lo lamiera.


La escritura como desatino.

Vinieron/abrieron huecos en la tierra para
construir sus edificios.
Tenían la fortaleza de los de acá asombrados
perseguían. Pobres desarrapados -el lumperío-
ansiando esa fuerza que no lograban localizar
porque sus expresiones inmutables nos inhibían
y así, con los rostros erguidos, nos pasamos una
vida hasta que nos botaron.
No nos contemplaban ya que este pensamiento
limitado no irradiaba la carátula refulgente
de lo divino. Cada edificio bordeaba el agujero
como árbol aparejado.
La belleza del concreto hacía presumir el sopor.



Escribió:
tirada en el césped le dije toda bella palabra, madona, para que no se detuviera, madona le dije radiante.

La escritura como ficción.

En todo lo onírico, permanentemente
distanciados podríamos acceder
sorprendidos a agasajos. Saltando
a la previsible primera plana como
fachadas en este desorden que
implica el cumplimiento del que
recibe honores que le son dados en
préstamos por los huecos que han
dejado los otros. Y así comparecemos
iluminados por luz eléctrica a fundar
con nuestra personal presencia el parche
y heridos, tal vez levantemos el rostro
en este paisaje retrocedidos de carnalidad
para recién entonces
enfrentar estas edificaciones que
refulgen en plena autonomía


Escribió:
me mojo de puro tormento, sí madona, me empapo.

La escritura como seducción


Mezcla equilibrada en serie saliendo
de una cavidad subterránea. Incidental
altura que choca a ras de suelo para
comenzar a ornamentar todo el espacio
develado y así impulsar a los ojos
que no habían deseado el portento,
que no habían ni siquiera ansiado
nada, hasta la funesta participación
de los sacros en esta especie de rastreo
por luz.
Edificios habitables en diámetros precisos.
Eso fue lo que obsequiaron. Por ello, cuando
hundimos la mano en la tierra la repulsión
nos golpeó en la cabeza, tal como lo señalan
las antiguas crónicas que cuelgan de las
construcciones y que no ofrecieron la
seguridad total.



Escribió:
párteme con las ramas madona, enardéceme con las hojas.


La escritura como engranaje.


Llegaron los impedimentos y los errores.
De tal modo exteriorizada su apetencia
que la sorpresa nos dejó el alma enferma,
pero aún así lo hecho superaba el lenguaje.
Qué de reparos se señalaron -quedó el
enigma- con nosotros ligeramente temblequeantes
y encadenados a los espíritus de los portentos.
Pero no se sabía que su juventud
era una falacia frente a nuestra cara
ajada por la falta de brillo, que no
contábamos con su maquillada/ sus dones/
no nos desplazábamos. Se trataba del
seguimiento a costa de transformaciones
en un suelo disparejo y recluido.


Escribió:
me ensucia ese desarrapado madona, me mancha.



El libro "Lumpérica" como la biografía ,bibliografía , enlaces a ensayos, estudios de la obra, críticas, fotos sobre Diamela Eltit  pueden leerse y  descargarse del Blog Memoria Chilena a través de este enlace: memoriachilena.cl

La escritora en fotos




“Desde los prostíbulos más viles, sórdidos y desamparados de Chile, yo nombro a mi arte como arte de la intención. Yo pido para ellos la permanente iluminación: el desvarío. 

 Digo que no serán excedentes, que no serán más lacras, digo que relucientes serán conventos más espirituales aún. Porque son más puros que las oficinas públicas, más inocentes que los programas de gobierno más límpidos. Porque sus casas son hoy la plusvalía del sistema: su suma dignidad.

 Y ellos definitivamente marginados, entregan sus cuerpos precarios consumidos a cambio de algún dinero para alimentarse.

 Y sus hijos crecen en esos lupanares.

 Pero es nuestra intención que esas calles se abran algún día y bajo los rayos del sol se baile y se cante y que sus cinturas sean apresadas sin violencia en la danza, y que sus hijos copen los colegios y las universidades: que tengan el don del sueño nocturno. Insisto que ellos ya pagaron por todo lo que hicieron travestistas,prostitutas mis iguales.”

Diamela Eltit

La autora en una reciente entrevista realizada por la Revista Ojo Seco y subida al canal de esta publicación digital en Vimeo: 



Diamela Eltit from Ojo Seco on Vimeo.
Entrevista a la escritora chilena Diamela Eltit (Santiago, 1949) en el sitio web Ojoseco.cl. Por Matías Claro y Francisco Gallegos.

Tokio Blues Haruki Murakami


La reseña que sigue es una elaboración de varias fuentes, (no soy una crítica literaria  y el tiempo del que dispongo no me alcanza para dedicarme a esta actividad que de buena gana, por vicio, pasión por la lectura y disfrute personal  la realizaría.

A propósito del Premio Nobel otorgado a Alice Munro, apareció en días previos a esta noticia  en varios portales, redes sociales el nombre del escritor japonés Haruki Murakami como uno de los candidatos a recibirlo ,hecho que no ocurrió finalmente ya que le fue concedido a la canadiense Munro.

Tokio Blues fue uno de los libros que hizo famoso internacionalmente a Haruki Murakami,  escritor japonés , candidato al Premio Nobel 2013 el que finalmente ganó Alice Munro.
Tokio Blues (Norwegian Wood), fue publicado en 1987 y traducido posteriormente a diversas lenguas.

El personaje, Watanabe es un universitario amante de los libros que, para ganar algo de dinero, también vende discos.
Es un solitario y siente un deseo permanente de estar solo. Está enamorado y,  obsesionado por Naoko, una adolescente amiga.

La historia transcurre por los recuerdos, nostalgias, gustos y costumbres del pasado histórico en Japón.
Murakami describe al Japón no como un país conservador, sino muy occidentalizado, con los rasgos de la liberación sexual, la música que escuchan los jóvenes, su  pensamiento.
Cada personaje de Tokio Blues representa –dicen la mayoría de los críticos- una isla que solo puede comunicarse con otra isla, que la gran constante de esta novela es la soledad. La individualidad. El ser subjetivo que interpreta todo desde su interior .

Los temas de la novela que ha sido disfrutada por lectores de todas las edades son el amor, la otra juventud, la exploración e iniciación sexual, la  nostalgia, la soledad, la lectura, la  literatura universal , la música, la locura.


Desde hace tiempo cuenta con un grupo numeroso de lectores , sobre todo adolescentes y jóvenes.


Tokio Blues ha sido llevada al cine por Tran Ahn Hung, autor de ‘El olor de la papaya verde’ y ‘Cyclo’.
Esta película fue protagonizada por Rinko Kikuchi, Kenichi Matsuyama, Kiko Mizuhara y Tetsuji Tamayama.

La adaptación al cine  narra la complicada historia de amor entre Watanabe un joven  lleno de dudas, interpretado por Kenichi Matsuyama, y una chica,Naoko,de frágil salud mental, encarnada por Rinko Kikuchi.
La historia comienza a finales de los años sesenta, cuando Toru Watanabe, el protagonista, tiene que hacer frente al suicidio de su único y mejor amigo. Es entonces cuando comienza su vida universitaria en Tokio, donde se encontrará por casualidad con Naoko, novia del fallecido.
Ambos comparten la tristeza de haber perdido a un ser querido, lo que deriva en una historia de amor. Sin embargo, ella tiene una salud mental bastante frágil y es hospitalizada en una clínica de Kioto.

Durante su ausencia, Toru se enamora de una chica llamada Midori, cuyo carácter es completamente distinto al de Naoko, ya que es activa y alegre.
Títiulo: Noruwei no mori (ノルウェイの森)
Duración: 133 minutos
Estreno: 2010-Japón
Director: Anh Hung Tran
Actores: Kenichi Matsuyama, Rinko Kikuchi, Kiko Mizuhara, Tetsuji Tamayama
Idioma: japonés
Cine: Warner Mycal Cinemas (Chiba Newtown, Ebina, Hanyu, Kuwana, Minatomirai, Omiya, Toyokawa, Tsu), Movix (Honmaki, Isesaki, Saitama, Utsunomiya), 109 Cinemas (Kohoku, MM Yokohama, Nagoya, Takasaki, Yokkaichi), Toho Cinemas (Ebina, Kawasaki, Kohoku Newtown, Hamamatsu, Lalaport Yokohama, Nagoya Baycity, Odawara, Sunstreet Hamakita, Utsunomiya), Cineplex (Hiratsuka, Makuhari, Mito, Okazaki, Tsukuba)



El escritor Murakami es hijo de dos amantes y apasionados de la  literatura y ex vendedor de discos. Haruki escribió este libro inspirado casi en su vida misma.

Haruki Murakami
-Al final de esta nota se agregan una serie de enlaces para consultar sobre el autor

El subtítulo de la novela para la edición en español" Norwegian Word" es el título de una canción de The Beatles "Norwegian Wood (This Bird Has Flown)" (traducido literalmente al español como "Madera noruega (Este pájaro ha volado)"  y es la canción favorita de Naoko, una de las protagonistas de la novela.
Apareció por primera vez en su álbum de 1965 Rubber Soul. Fue escrita por John Lennon, aunque Paul McCartney contribuyó con algunas frases de la letra.


Trailer de la película Tokio Blues con subtítulos en inglés 

Trailer de la película Tokio Blues con subtítulos en español


-Enlace al escritor vía Editorial Tusquets: tusquetseditores.com-autor-haruki-murakami

-Enlace a la web del escritor via Editorial Random House Mondadori: randomhouse.com//murakami/site

-Enlace a la web del escritor: murakami.ch

-Enlace a la web de la película: norway-mori.com

-Enlaces a páginas del escritor en facebook :



sábado, 12 de octubre de 2013

Hermano compañero, compañero de sangre


Hermano compañero, compañero de sangre (2006) de Rómulo Franco Ruiz-Bravo es el primer documental realizado sobre la vida del escritor peruano José María Arguedas.
El video incluye escenas del entierro del escritor, entrevistas a personajes claves e imágenes de los escenarios en los que vivió el autor de “Los ríos profundos”. Fue producido por la Pontificia Universidad Católica a través del Archivo Arguedas a cargo de Carmen María Pinilla, reconocida estudiosa del escritor.


                        
Duración: 39:09 
Dirección: Rómulo Franco ; producción: Carmen María Pinilla.
Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial. Año: 2009.
Resumen: El documental presenta escenas del entierro del escritor José María Arguedas (1911-1969), así como episodios de su famoso discurso "No soy un aculturado" que pronunció cuando recibió el premio Garcilaso de la Vega en 1968.
Con el permiso de su director para la puesta a disposición del público